En caso de que las autoridades competentes quieran hacerte una prueba de alcoholemia ¿qué pasa si te niegas? Lo que ocurre es que se te pueden imputar dos delitos: un delito de desobediencia y un delito contra la seguridad del tráfico. Es decir, que no solo existe multa por negarse a hacer un control de alcoholemia, sino que puede llegar a considerarse un delito penal con consecuencias más graves.
¿Qué pasa si te niegas a hacer un control de alcoholemia? Lo que ocurre es que se te puede imputar un delito de desobediencia, previsto por el artículo 383 del Código Penal, y un delito contra la seguridad del tráfico previsto en el artículo 379.2 del Código Penal. El primero de estos dos es castigado con la pena de prisión de 6 a 12 meses, y el segundo de 3 a 6 meses. Pero además, también te podrían poner una multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad por hasta 90 días en el caso de un delito contra la seguridad del tráfico, y privarte del derecho a conducir por entre 12 y 48 meses.
La multa por negarse a soplar en un control de alcoholemia
Cuando las autoridades competentes así lo requieren no te puedes negar a soplar en un control de alcoholemia. En caso contrario, sí, existe una multa por negarse, pero que corresponderá a la imputación de un delito que puede ser un delito de desobediencia, o un delito contra la seguridad del tráfico. Las consecuencias son las que comentábamos anteriormente, según las cuales nos podrían retirar el carnet de conducir por un máximo de 48 meses, imponernos una multa económica o trabajos en beneficio de la comunidad.
Evidentemente, las consecuencias se pueden agravar de forma severa si las autoridades nos han solicitado someternos a un control de alcoholemia ante la evidencia de estar bajo los efectos del alcohol, y especialmente si se nos ha requerido pasar por el test de alcoholemia en un accidente de tráfico. Sea como fuere, en cualquier situación y circunstancia las autoridades nos pueden requerir someternos a un control de alcoholemia por la seguridad de los usuarios de la vía pública.
Como puedes ver, la multa por negarse a hacer un control de alcoholemia son graves. De hecho, son bastante más graves que la multa que se nos puede aplicar si estamos conduciendo bajo los efectos del alcohol, siempre y cuando el nivel de alcoholemia no sea excesivamente alto. Lo mejor que podemos hacer es no mezclar alcohol y conducción en ningún caso, ni siquiera cuando hayamos tomado una simple cerveza. Y conocer qué debemos hacer para saber si daremos positivo, o no.