¿Engañar al alcoholímetro? Como sabrás, en España el límite de alcohol para un conductor está en 0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 g/l en sangre salvo para los profesionales, y eso de ‘bajar el alcohol’ comiendo o bebiendo agua para que se diluya parece que no va mucho más allá de una mera fantasía para los irresponsables al volante. Pero si simplemente me he tomado un par de cervezas -o similar-, ¿cómo sé si daré positivo en un control de alcoholemia?
El alcohol afecta al conductor desde el primer trago, pero en España se permiten los niveles en sangre y aire espirado que anteriormente señalábamos. Para saber si vamos a dar positivo en un control de alcoholemia, sencillamente hay que conocer la concentración de alcohol puro que circula en nuestro organismo, y es algo que depende de varios factores. En primer lugar la cantidad de alcohol consumida, y por otra parte la absorción, así como el tiempo desde que se consumió y la cantidad de agua en el cuerpo.
Absorción y agua: el alcohol no afecta igual a todos
El cerebelo, responsable de la coordinación y equilibrio es la parte más afectada del cerebro por el consumo de alcohol, y como resultado de una reacción química. De entre los factores que señalábamos anteriormente, los que determinan cómo afecta el alcohol a cada persona son principalmente la absorción y el nivel de agua en el cuerpo, siendo este último un factor ligado -entre otros- al sexo y peso del conductor. Por supuesto, también depende de un aspecto algo más variable, que no es sino la hidratación del sujeto.
¿Cómo saber si voy a dar positivo en un control de alcoholemia?
Teniendo en cuenta el máximo de alcohol permitido por la Ley, lo único que debemos conocer para saber si vamos a dar positivo en un control de alcoholemia es la cantidad del alcohol puro que hay en nuestro organismo. Y este dato, en gramos, lo conseguimos multiplicando el volumen (en mililitros) de la bebida por la graduación y por 0,08, que es la densidad del alcohol. Todo esto, dividido entre cien.
Y como has visto en la imagen anterior, también puedes calcular el nivel de alcoholemia dividiendo los gramos de alcohol entre tu peso y por 0,7 si eres un hombre, o bien sustituyendo este último valor por 0,6 en el caso de las mujeres. No obstante, en ninguno de estos dos casos se tienen en cuenta las particularidades de cada organismo, ni el tiempo desde la última bebida ingerida. Por lo tanto, tampoco podemos fiarnos al cien por cien de estos cálculos. Y lo mejor, evidentemente, es no beber una gota cuando vamos a conducir.
En España, la tasa de alcohol permitida es de 0,25 mg/l en aire espirado o de 0,5 g/l de alcohol en sangre. Esto anterior es válido para conductores normales, que no sean profesionales o noveles. En el caso de los conductores profesionales, y los conductores noveles, la tasa máxima permitida es de 0,15 mg/l en aire aspirado y de 0,3 g/l de alcohol en sangre. Por lo tanto, estos son los datos que tenemos que tener como referencia para evitar superar los límites y, por tanto, cometer una infracción.
Para evitar problemas es muy recomendable llevar un alcoholímetro en el coche; son dispositivos muy baratos que nos dicen cuál es nuestra tasa de alcoholemia en aire espirado. Este dispositivo se recomienda que lo tengamos en el coche porque, así, antes de ponernos a conducir podemos ‘soplar’ y saber, sin asumir riesgos, si estamos dentro de los márgenes permitidos por la legislación en España, o si estaríamos cometiendo una infracción al ponernos al volante.