Si tu coche pierde potencia al acelerar, es posible que estés experimentando un problema de inyectores o una avería en el turbo. Estos suelen ser los problemas más habituales que dan como síntoma una pérdida de rendimiento en la mecánica del coche, pero también se puede deber a un filtro del aire en mal estado, y a algunos otros problemas. Así que, ahondemos en el tema, y encontremos por qué un coche pierde potencia.
Cuando notas que el coche pierde potencia, suele tratarse de un síntoma de una avería mecánica. Sin embargo, son varios, y distintos, los problemas que le pueden estar afectando a tu vehículo. Por eso, es importante encontrar cuál es exactamente el contexto en el que el vehículo está mostrando pérdidas de potencia. Y tener en cuenta otros aspectos como, por ejemplo, si son pérdidas puntuales en circunstancias específicas, o si la pérdida de potencia se mantiene a lo largo del tiempo.
¿Por qué mi coche pierde potencia? Estas son las averías posibles
Una pérdida de potencia en el coche suele deberse a una avería relacionada con el sistema de inyección de combustible. Los inyectores se encargan de alimentar de combustible el motor y, cuando les afecta algún tipo de avería, esta alimentación se ve alterada. Si no está entrando suficiente combustible, o la mezcla de combustible y aire se está haciendo de manera incorrecta, efectivamente podremos notar una pérdida de potencia o de rendimiento, y en muchos casos podremos notar también que aumenta de forma considerable el consumo de combustible medio.
En caso de que la avería esté afectando a los inyectores, que pueden haberse desgastado o estar obstruidos, lo más habitual es tener que proceder a la sustitución de los mismos, que no es especialmente económico. No obstante, como comentábamos anteriormente, hay otras muchas averías que pueden desencadenar en que el coche pierda potencia. Es el caso de las averías en el caudalímetro o en el filtro del aire, por ejemplo, que tienen una solución más fácil y económica. Igualmente, el turbo, si sufre alguna avería, puede también hacer que perdamos rendimiento del motor de nuestro vehículo.
Y aunque es menos frecuente, también podemos estar perdiendo potencia por algún tipo de fallo a nivel de electrónica, en componentes como la centralita o ECU. Si la electrónica está haciendo una mala gestión de la mecánica, aunque la solución puede ser tan sencilla como un cambio a nivel de software, notaremos que el comportamiento del motor es anómalo en cuestiones como la entrega de potencia o en el consumo de combustible.
Causas leves por las que el coche pierde potencia
Otros motivos mucho más leves, pero que quizá sean los más habituales, son las pérdidas de potencia por el aire acondicionado, que son más frecuentes en verano y, por supuesto, más acusadas en coches con motores de poca potencia. Esto no es una avería sino, sencillamente, que los motores con poca potencia, igual que el resto, tienen que usar parte de su energía para alimentar el sistema de aire acondicionado. Sin embargo, si el motor de nuestro coche tiene poca potencia, la pérdida relativa será mayor a la de otro vehículo y, por lo tanto, la pérdida de potencia se hará más notable durante la conducción.
Y en último lugar, es normal que notemos una sustancial pérdida de rendimiento cuando llevamos el maletero muy cargado o, en definitiva, una elevada carga de peso en el coche. Que no solo puede darse por llevar mucho equipaje, por ejemplo, sino también por estar utilizando todos los asientos. Es decir, que es normal que notemos que el coche ‘tira menos’ cuando hay varios ocupantes sentados en el interior. El mismo peso de cada persona supone un esfuerzo adicional para el motor de nuestro coche. Y si no tiene excesiva potencia, es algo que notaremos, y bastante, durante la conducción.