Si tu coche pierde aceite, es posible que estés sufriendo una avería de la junta de la culata, un problema en el cárter del motor o una avería del turbo. Son algunas de las causas más comunes y habituales, pero lo cierto es que no son las únicas posibilidades que existen. Por eso, si notas que el vehículo pierde aceite del motor, hay una serie de pasos que deberías llevar a cabo antes, a modo de comprobación, y una información que necesitas conocer para saber qué le pasa y cómo solucionarlo.
Cuando el coche pierde aceite, lo habitual es que nos demos cuenta porque queda una mancha de líquido debajo del vehículo. Sin embargo, es conveniente asegurarnos de que se trate de aceite, porque también es posible que se trate de líquido anticongelante o, sencillamente, agua que proviene de la condensación del aire acondicionado. Si estamos seguros de que el vehículo está perdiendo aceite, podemos abrir el capó para usar la varilla de aceite y comprobar si está en el nivel adecuado. En caso de no estar en los niveles adecuados, lo mejor es llamar a la grúa para que lo lleve a un taller y no seguir circulando con él.
Por qué mi coche pierde aceite ¿qué le pasa y cómo se soluciona?
Este suele ser un síntoma de avería, el hecho de que el vehículo esté perdiendo aceite. Como avanzábamos, puede deberse a un problema en la junta de la culata, que es la que une el bloque motor y la culata. Una avería en este componente impide que exista la debida estanqueidad del motor. En caso de ser así es posible que notemos que el coche pierde potencia, porque el motor no será capaz de ‘retener’ los gases de la compresión y, al mismo tiempo, estará perdiendo el aceite lubricante y el líquido anticongelante. Cuando ocurre esto es posible que también notemos que el motor se calienta. La solución, que no es barata, puede pasar por la rectificación o la sustitución de la junta de la culata.
También con una avería del turbo es posible que el vehículo empiece a perder aceite. Sobre todo si el problema está afectando a alguno de los retenes. Este tipo de problema suele darse por el propio desgaste normal de la mecánica. A fin de cuentas, el turbo tiene una vida limitada, que está en torno a los 250.000 kilómetros, y lo normal es que cuando nos acerquemos a esta cifra empiece a ocurrir algo así. La solución está en sustituir el turbo por uno en correcto estado, y el precio tampoco es en absoluto económico.
Pero tal y como decíamos, el hecho de que el coche pierda aceite puede tener su origen en diversas averías, y otras bastante habituales son las relativas al cárter. Este es un componente metálico que sirve para la protección del motor en la parte baja. Pero además, es donde se aloja el aceite del motor para su lubricación. Si hubiera algún problema en el tapón del mismo, o en su arandela de sellado, la avería no sería especialmente grave –ni cara de reparar-, pero notaríamos que efectivamente el coche pierde aceite y deja una mancha por debajo. Este tipo de cosas suelen ocurrir cuando el vehículo se ha golpeado por los bajos.
Si sueles utilizar el coche fuera de la carretera, lo más probable es que sea un problema del cárter el que te esté afectando. Sea cual sea la causa, es importante que te asegures de circular con el nivel de aceite correcto. En caso contrario, el motor podría funcionar por encima de la temperatura que debe, o con un nivel de fricción excesivo, y la avería podría acabar siendo bastante más grave. Así que lo mejor es que acudas a un taller lo antes posible para que solucione el problema.
Hay ocasiones en las que vemos un charco de agua bajo el coche, y esto no es peligroso en absoluto. Si verdaderamente es agua, se trata del producto de la condensación en torno a los propios conductos del sistema de aire acondicionado.