Pegasus, el archiconocido helicóptero de la DGT, tiene una serie de limitaciones técnicas por ser un helicóptero, por el diseño de sus cámaras y por otros motivos. Uno de ellos tiene que ver con la velocidad de detección de su radar. Hay una horquilla de velocidades en las que el helicóptero de la DGT puede identificar con una precisión extrema a qué velocidad circulas con tu coche. Sin embargo, fuera de ese rango es incapaz de establecer, con la precisión necesaria para emitir una sanción de tráfico, a qué velocidad estás circulando.
El helicóptero de la DGT, que conocemos bajo el nombre de Pegasus por el tipo de cámaras y radares que lleva instalados, solo es capaz de detectar con precisión la velocidad de circulación de un vehículo siempre y cuando esté por encima de 80 km/h. Este es uno de los varios motivos por los que acostumbran a operar en las autopistas, puesto que en este tipo de vías la velocidad máxima de circulación es de 120 km/h y, por tanto, se aseguran así de que van a pillar a todos los infractores que circulen a más de 120 km/h. ¿O no? La realidad es que no, porque Pegasus tiene otra limitación de detección de velocidad, pero no por la parte baja sino por la parte alta: si circulas a más de 360 km/h, el helicóptero tampoco sería capaz de denunciar la infracción por las limitaciones técnicas de su sistema de cámaras.
A menos de 80 km/h, el helicóptero de la DGT Pegasus no puede saber si vas demasiado rápido
Como seguro que ya sabrás, Pegasus no solo se utiliza para detectar el exceso de velocidad de los conductores en la vía pública, sino que también se utiliza para otros fines. Se usa para comprobar el correcto uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantiles, para vigilar que no se haga uso del teléfono inteligente durante la conducción y también para controlar que no se hagan maniobras peligrosas durante la conducción. Son muchos los fines para los que las autoridades competentes utilizan su helicóptero de vigilancia aérea.
Pero es un dato: el helicóptero de la DGT, Pegasus, solo puede poner multas a los conductores que circulen entre 80 km/h y 360 km/h. Y quizá al más problemático es el límite a la baja, porque eso dificulta la vigilancia del exceso de velocidad en entornos urbanos y en vías en los que la velocidad máxima permitida es más baja. No obstante, la Dirección General de Tráfico cuenta con otros muchos sistemas de detección de la velocidad de circulación que se combinan, como es evidente, con el popular helicóptero.
En las autopistas y autovías, que es donde suele operar el helicóptero de la Dirección General de Tráfico, el mayor problema está en no poder identificar con precisión cuando un conductor circula a una velocidad anormalmente reducida. Como sabrás, los vehículos en autopista, con limitación máxima a 120 km/h, deberían circular siempre por encima de los 60 km/h. Y esto es algo que el helicóptero Pegasus no puede comprobar porque, como comentábamos, solo puede detectar la velocidad a partir de 80 km/h como mínimo.