Pegasus, el conocido helicóptero de la DGT, tiene una serie de limitaciones. Aunque muchos creen que es infalible poniendo multas, lo cierto es que tiene debilidades que pueden hacer que nos libremos de una multa. Empezando, sobre todo, por que la Dirección General de Tráfico tiene más bien pocos helicópteros para poder ponerlos a volar, no todos ellos tienen cámara y, además, no pueden volar por todo el territorio nacional.
1. La DGT tiene 10 Pegasus
Aunque la Dirección General de Tráfico tiene 13 helicópteros, en realidad solo hay 10 Pegasus. Solo diez unidades tienen instalada la cámara MX15 fabricada por la compañía canadiense L3 Wescam; y esta cámara es la que incorpora el sistema de vigilancia Pegasus que da nombre a los helicópteros. Esto quiere decir que para todo el territorio nacional la DGT solo tiene 10 helicópteros con los que puede vigilar las carreteras y poner multas.
2. Pegasus vuela poco y durante poco tiempo
Los helicópteros Pegasus de la DGT pueden volar a más de 250 km/h, pero durante muy poco tiempo. Consumen más de 450 litros/hora de vuelo, y eso hace que su autonomía sea más bien limitada. La autonomía es de en torno a las dos horas de vuelo y 700 kilómetros, porque su depósito es de unos 670 litros de capacidad. Así que teniendo en cuenta la cantidad de helicópteros con que cuenta la Dirección General de Tráfico, y que tienen que desplazarse desde su base de operaciones hasta el punto en el que vayan a trabajar, lo cierto es que operan de manera muy limitada tanto por tiempo como por distancia. El coste de utilización de estos helicópteros es tremendo.
3. Pegasus no vuela por toda España
Pegasus, el helicóptero de la DGT, no vuela por las Islas Canarias ni por las Islas Baleares, pero tampoco actúa en el País Vasco y en Cataluña por falta de competencias. La Dirección General de Tráfico dispone de dos unidades en el aeropuerto de Cuatro Vientos de Madrid para vigilar la Comunidad de Madrid y Castilla la Mancha; tiene otra unidad en el Aeropuerto de Sevilla para la vigilancia de la zona oeste de Andalucía y Extremadura y la zona este de Andalucía la controla con la unidad de Málaga. En el Aeropuerto de Manises está la unidad que vuela para la vigilancia de la Comunidad Valenciana y para controlar Castilla y León tienen una unidad en el Aeropuerto de Valladolid. La última de estas diez unidades de Pegasus está en el Aeropuerto de La Coruña, y sirve para el control de las carreteras de Galicia y Asturias.
4. Necesita unas condiciones específicas para poder multar
Los helicópteros de la DGT no pueden multar de noche porque no cuentan con sistemas de visión infrarroja. Además, su horquilla de detección de vehículos está entre 80 km/h y 360 km/h; es decir, que si circulas a menos de 80 km/h, sencillamente no te podrá multar. Eso sí, en su horquilla de detección de vehículos puede leer 400 matrículas/minuto, así que en ese caso va a ser difícil que nos escapemos de una multa. Hay que tener en cuenta también que tiene que estar a menos de 1 kilómetro de distancia lineal del vehículo para poder hacerle una multa, y que necesita de unos segundos para estabilizar el vuelo y enfocar un vehículo para poner la multa correspondiente.
5. No vuela cerca de aeropuertos
Y el último punto clave, entre las debilidades y limitaciones de Pegasus, es que no suele volar cerca de aeropuertos por las dificultades que eso implica. El tráfico aéreo está muy restringido cerca de los aeropuertos, así que estas suelen ser las ‘zonas más seguras’ para los conductores. El helicóptero de la DGT, Pegasus, suele trabajar en cualquier otro sitio menos en el ámbito cercano a los aeropuertos.