Los inyectores son los que se encargan, tanto en coches con motor gasolina como diésel, de pulverizar el combustible necesario en el cilindro para que se produzca la combustión. O entendido de forma más sencilla: de alimentar el motor para que funcione el coche. Es relativamente fácil saber si fallan los inyectores, pero sus averías son más frecuentes en los motores diésel porque están sometidos a mayores presiones. Ahora bien ¿cuánto cuesta cambiar los inyectores del coche?
Cambiar los inyectores cuesta unos 250€ en coches gasolina, y unos 500€ en coches diésel, sin contar la mano de obra.
Cuando fallan los inyectores, lo habitual es que produzcan goteo o hagan una incorrecta pulverización. La sustitución, o el cambio de inyectores, cuesta desde 250 euros en modelos gasolina y a partir de 500 euros en el caso de coches diésel. Y este precio, en realidad, corresponde al coste exclusivo de los inyectores, mientras que la factura final será algo más cara porque tendremos que asumir además los costes en concepto de mano de obra. En definitiva, vamos a tener que gastarnos algo más de dinero si hacemos el cambio de inyectores en un taller.
Le suele pasar más a los diésel que a los gasolina
Las averías de los inyectores son notables en forma de tirones al acelerar, por ejemplo, o con un notable aumento del consumo de combustible. Como ya avanzábamos, es algo que puede pasar en coches diésel y gasolina, pero es una avería más habitual en los vehículos con motor diésel. Y a día de hoy es una avería fácil de detectar porque los coches modernos cuentan con la sonda NOX, que es un sensor que puede detectar los fallos de inyectores y alertar al conductor mediante un testigo amarillo en el cuadro de instrumentos.
El mayor problema para los conductores, como comentábamos, es que cambiar los inyectores es algo bastante más caro en un vehículo diésel que en uno gasolina. Pero es exactamente por el mismo motivo por el que también sufren más averías: están sometidos a mayores presiones que aumentan el riesgo de avería, y por estas mayores presiones, los inyectores de los coches diésel son algo más complejos y caros.
Si tenemos un vehículo con motor gasolina, y tenemos que sustituir los inyectores, el precio partirá desde los 250 euros. Si nuestro coche es diésel, entonces el precio mínimo que vamos a pagar por cambiar los inyectores del coche arrancará en torno a los 500 euros. En función del taller al que vayamos a hacer la operación la factura será más o menos cara, pero sobre todo por la mano de obra que nos apliquen.