El aceite de motor actúa, en el vehículo, a modo de lubricante para las mecánicas de combustión interna. Es un líquido viscoso que reduce el desgaste de los componentes y vela por la eficiencia del motor creando una película de separación entre las superficies móviles para reducir el contacto directo. Es decir, que es crucial para mantener una buena salud del motor, y tú mismo lo puedes cambiar ahorrándote el taller. Te contamos cómo hacerlo.
El buen estado del aceite de motor es fundamental para la protección de la mecánica. Se encarga de reducir el desgaste y la producción de calor gracias a la conductividad térmica del aceite. Este se encarga de absorber parte del calor para transmitirlo a un disipador o al propio aire, e impedir que sea el propio motor el que lo sufra. Pero para que esto ocurra como es debido, el índice de viscosidad es importante, entre las prestaciones de un buen aceite de motor.
El aceite del motor se encarga de lubricar la mecánica para reducir la fricción y controlar la temperatura. En las revisiones, tanto el aceite como su filtro se deben sustituir para preservar la salud del motor.
Cómo cambiar el aceite de tu coche sin ir al taller
Vas a necesitar cambiar el aceite y el filtro, algo que sin lugar a dudas te va a costar menos de los 150 euros típicos que pueden cobrarte en un taller porque, además, incluyen la mano de obra y un sobrecoste sobre la garrafa y el propio repuesto. Y lo único que vas a necesitar, además de comprar aceite de motor, es un embudo y una llave inglesa, o bien una llave fija. Se recomienda también, aunque no es imprescindible, un tornillo imantado para el cárter.
El cambio de aceite lo haremos con el motor apagado y el vehículo elevado en rampas o cuñas, o bien un gato hidráulico. Tendremos que acceder a la parte inferior del motor para abrir el tapón de vaciado y, con un embudo, extraer el aceite de motor ya usado. Una vez extraído el aceite usado, entonces habrá que cambiar el filtro del aceite lubricando el sello de goma. Y el último paso es tan sencillo como acceder al motor desde el capó, y desde aquí rellenar el depósito de aceite de motor hasta el valor que corresponda utilizando la varilla de medición.