Cuando te ponen una multa de Tráfico, en un proceso de sanción administrativa, tienes derecho a presentar alegaciones y un recurso, o bien reconocer los hechos, aceptar la sanción y beneficiarse de la bonificación por pronto pago. Esto es aprovechar el plazo de 20 días naturales desde la notificación de la sanción y beneficiarse de una reducción del importe de la sanción en un 50%. Es decir, pagar 50 euros por pronto pago, si la sanción era de 100 euros, por ejemplo. Pero ¿es una buena idea?
Qué es la bonificación por pronto pago de una multa de Tráfico
El pronto pago de una multa de Tráfico es un plazo de 20 días naturales tras la notificación de la sanción administrativa. Durante éste, el conductor puede beneficiarse de una reducción del importe de la sanción del 50%. Esto quiere decir que un conductor, en el inicio del proceso de sanción, dispone de un plazo limitado para aceptar los hechos y la responsabilidad de la infracción y pagar la mitad del importe que correspondería a la sanción. Pero ¿por qué Tráfico ofrece esta bonificación?
Al beneficiarse de la bonificación por pronto pago, el sancionado cancela el proceso normal de una sanción administrativa y por tanto renuncia a su derecho a presentar alegaciones y un recurso. Es decir, que de cualquier manera cancela toda opción posible de evitar la multa de manera justificada. La gran ventaja es que el proceso es más rápido y sencillo, y sobre todo es la forma más barata de acabar con una multa.
¿Es buena idea acogerse a la bonificación por pronto pago de una multa?
La bonificación por pronto pago de una multa de Tráfico se le presenta al conductor sancionado como una ventaja económica. Se le ofrece un plazo limitado para poder pagar la mitad por una misma multa. Por eso, la mayoría de los conductores se acogen a esta bonificación. El plazo se reduce enormemente y, a priori, es lo más barato. Al menos hasta ahí es hasta donde llegan las ventajas que parece tener esta alternativa que ofrece la Dirección General de Tráfico a los conductores que han podido cometer una infracción.
Pero ¿es buena idea? El problema es que en la bonificación por pronto pago hay una gran desventaja. Está en que el conductor, al acogerse a esta bonificación, renuncia a sus derechos de alegación y de recurso. Con los derechos de alegación y recurso, siempre que se tenga la documentación que así lo acredite, se podría eliminar la sanción y por tanto cancelar la multa.
Explicado en las palabras más sencillas posibles, si te han puesto una multa y tienes razón, acogerse a la bonificación por pronto pago no es buena idea porque impedirá que se presenten alegaciones y un recurso. En este supuesto habría que recoger la documentación necesaria para presentar una alegación y un recurso contra el proceso sancionador. Ahora bien, si no se pudiera acreditar que tenemos razón en el caso, entonces tendríamos que acabar pagando el importe completo de la multa finalmente. Recuerda además que las multas prescriben.