Volvo avisó en la Semana del Clima de Nueva York, en septiembre de 2023, de que dejaría de fabricar coches con motor diésel próximamente. Y la marca sueca ha cumplido, porque a principios de este mes fabricó el penúltimo en Torslanda, Suecia y ahora han fabricado el último coche con motor diésel: una unidad del Volvo XC90, de color azul. Esta última unidad se ha fabricado en la planta de la marca sueca en Gante, Bélgica, y no tendrá dueño porque se va directamente a un museo.
Esta última unidad usa un motor diésel mild hybrid, sobre la base de un bloque 2.0 litros de cuatro cilindros y con doble turbocompresor que entrega 235 CV de potencia máxima. Cumpliendo con lo que ya anunciaron el año pasado, y mientras que otras marcas han dado marcha atrás en su estrategia hacia una electrificación completa, Volvo sí que acaba de fabricar su última unidad con motor diésel. Y como te iba diciendo, esta unidad irá a un museo. EN concreto, al World of Volvo, que se inaugurará el próximo día 14 de abril en Gotemburgo, Suecia. Allí se celebrarán eventos y conferencias y, supongo, también estará abierto para visitar.
Volvo deja de fabricar coches diésel, todavía el 40% de las ventas usan este tipo de motor y sus rivales no se atreven
Marcas como Mercedes-Benz, o como Audi, recientemente han anunciado algunas correcciones sobre sus previsiones y estrategias en relación a los plazos que tenían previstos para una electrificación completa. De hecho, este año se iba a retirar el Clase A, pero han decidido extender su vida comercial durante un tiempo extra. Pero Volvo sí que ha cumplido. En el año 2008 estaban vendiendo un 90% de sus XC90 en Europa con motor diésel, y en el año 2012 lanzaron el primer diésel híbrido del mundo en forma de Volvo V60 D6.
Desde la marca sueca han señalado que ‘la dirección totalmente eléctrica hacia la que nos dirigimos es la correcta, y lo hacemos con nuestra bandera en alto’. Es decir, que están definitivamente convencidos de su estrategia, y de que sus decisiones son las correctas. Pero la realidad es que hace sólo 5 años la marca sueca en Europa tenía más de un 50% de sus ventas con motor diésel.
Los datos del mercado revelan que a día de hoy, en Europa, todavía el 40% de los premium que se venden usan motor diésel. Así que está claro que la decisión de Volvo se aleja de la demanda inmediata del mercado europeo, y es cuanto menos arriesgada. Precisamente por este motivo otras marcas han retrasado sus planes para hacer una apuesta completa por los coches eléctricos puros.
Su nueva apuesta es el Volvo EX90, que es el reemplazo totalmente eléctrico del Volvo XC90. Y es un modelo interesante, pero incluso la propia marca ha tenido problemas con él, porque tuvieron que retrasar su lanzamiento debido a algún fallo relativo al software. También, aunque por poco tiempo, tuvo que retrasarse el lanzamiento del Volvo EX30. Y respecto a estos dos retrasos, en ningún momento han llegado a explicar cuáles eran exactamente los problemas de software que se dieron.