Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, ha mantenido una importante reunión recientemente en la que ha alertado de forma interna de que se van a tener que llevar a cabo importantes cambios en el grupo automovilístico con la intención de salvar su negocio en el coche eléctrico. Más de 2.000 gerentes senior han participado en esta importante reunión en la que, sobre todo, el directivo de la compañía ha dado la orden urgente de reducir los costes de producción que está asumiendo a día de hoy la compañía. Ya son de sobra conocidos los grandes problemas que la marca está teniendo con la devolución de sus coches eléctricos en las últimas semanas.
Se está ‘permitiendo que los costes sean demasiado altos en muchas áreas’, según ha señalado Thomas Schäfer en esta reciente reunión en la que ha hecho hincapié en que ‘todo está en juego’. El directivo al frente del grupo automovilístico alemán ha alertado de que las próximas semanas, y los próximos meses, serán ‘muy duros’ para Volkswagen. Schäfer ha pedido de forma interna que se traten de hacer ‘pequeñas victorias’ en lo que a reducción de costes se refiere. Según la información desvelada, la próxima estrategia financiera incluirá ‘programas de desempeño’ que están orientados a conseguir en un plazo de tres años un importante ahorro de hasta 10.000 millones de euros. Y es que, según Schäfer, la empresa ha asumido ‘estructuras y procesos’ que son ‘demasiado complejos, lentos e inflexibles’.
Volkswagen llama a reducir sus costes urgentemente, el coche eléctrico de la marca alemana está en juego y hay que abordar la situación
El director financiero de la compañía, Patrik Andreas Mayer, ha admitido que ‘el negocio de los automóviles no está bien‘, y ha advertido de que ‘esta es la última llamada’. Nadie es ajeno a la situación que afecta al mercado del automóvil, después de la pandemia y la crisis de los semiconductores, con una mala situación económica a nivel europeo y con la presión de la industria china volcándose sobre Europa. En todo esto, Volkswagen necesita urgentemente reducir sus costes de producción, y otros costes paralelos, y han llamado de forma interna a ‘tener más espíritu de equipo ahora que nunca’ para poder mantener el negocio a flote.
Y esta situación viene dada porque después del dieselgate, igual que otros fabricantes, Volkswagen decidió llevar a cabo millonarias inversiones en el coche eléctrico. Sin embargo, tanto Volkswagen como otros fabricantes se han ido dando cuenta de que el mercado no está listo para hacer un cambio tan rápido y repentino de los vehículos con mecánica térmica al coche totalmente eléctrico. Es por eso, y por otros motivos, por los que están siendo sometidos a una enorme presión económica y financiera. Evidentemente, las nuevas marcas que han llegado dedicándose en exclusiva al coche eléctrico lo han tenido más fácil que las marcas que han tenido que transformarse por completo, como ha sido el caso de Volkswagen.
Es curioso, porque aunque Volkswagen es el segundo mayor vendedor de coches a nivel mundial, es también el segundo fabricante más endeudado. En su intento por convertirse en el líder mundial en el mercado de coches eléctricos para el año 2025, Volkswagen ha asumido una deuda de 166.000 millones de dólares según los datos del pasado mes de febrero. Al menos parece que por fin van a abordar esta situación financiera crítica de manera urgente. De momento, aunque en Europa y Estados Unidos les está funcionando bien la estrategia, ya han tenido que bajar precios de forma muy notable en el mercado chino, porque allí sus ventas no van tan bien como debieran.
Volkswagen ya se ha visto en los últimos meses con algunos importantes contratiempos relacionados con los retrasos de software, y además ahora han visto cómo la plataforma SSP se ha tenido que retrasar. Ya han encaminado el tema del software con Cariad, su división dedicada a ello, y han ‘resuelto’ la problemática de la nueva plataforma planteando una última evolución de la plataforma MEB. Ahora bien, hay otras cuestiones que abordar y, sin duda, parece que reducir sus costes es ahora mismo la mayor prioridad que tiene Volkswagen para los próximos meses.