Toyota ha renovado su directiva y con ello parece que por fin se pondrán en serio con los coches eléctricos, tanto es así que la compañía ha arrancado el desarrollo de una nueva plataforma diseñada única y exclusivamente para coches eléctricos y que reemplazará a la e-TNGA. Y en todo esto, según fuentes, la empresa japonesa ha decidido desmontar un coche eléctrico de otra marca. Es algo que se suele hacer para analizar a la competencia y aprender de ellos en la medida de lo posible. En este proceso parece ser que han quedado tan impresionados que ha desencadenado una ‘llamada de atención’ interna. Los detalles de lo ocurrido son de lo más singular.
Esta información señala que, efectivamente, ingenieros de Toyota se han encargado de desmontar un Tesla Model Y por completo para analizar, de forma muy detallada, cómo lo hace Tesla con uno de sus modelos de referencia. Y aseguran que tanto Koji Sato, el nuevo CEO de la marca japonesa, como otros ejecutivos de la compañía, quedaron impresionados con cómo la marca estadounidense ha diseñado su Model Y. Ambas compañías han tenido relación entre ellas, entre otras cosas porque en el año 2010 Tesla compró a Toyota la fábrica de automóviles NUMMI. De hecho, en el año 2011 colaboraron para el desarrollo del RAV4 eléctrico de segunda generación, que utilizaba componentes del tren motriz eléctrico suministrados por Tesla y del que se vendieron 2.500 unidades en California. Es decir, que han tenido una estrecha relación a lo largo de los años y en 2017 Toyota tomó su propio camino vendiendo las participaciones que tenía sobre Tesla para hacer sus propios coches eléctricos; de no haberlo hecho, quizá Toyota no estaría en una situación crítica con sus coches eléctricos a día de hoy.
La ‘nueva Toyota’ desmonta un Tesla Model Y, quedan impresionados con ‘la obra de arte’ que ha hecho la empresa de Elon Musk
Mientras que en redes sociales hay constantes críticas contra la empresa de Elon Musk por la baja calidad de sus coches eléctricos, los malos acabados y los mejorables ajustes, parece que en la industria del automóvil piensan muy distinto de Tesla. El mayor fabricante de automóviles en todo el mundo, que es Toyota, recientemente ha desmontado un Tesla Model Y para analizar cómo está construido y la opinión que tienen es que ‘es una obra de arte’. Como avanzábamos, en la compañía japonesa han quedado impresionados hasta el punto de que ha habido un toque de atención interno.
En enero renunció Akio Toyoda de su puesto como presidente ejecutivo de Toyota señalando que ‘el nuevo equipo puede hacer lo que él no’, así que dio un paso atrás para ‘permitir que los jóvenes escriban el nuevo capítulo sobre cómo debe ser la movilidad en el futuro’. Es evidente que, de momento, Toyota ha fracasado de lleno en su entrada a los coches eléctricos. Ahora, Koji Sato, nuevo CEO, asumirá el cargo desde el 1 de abril y es más que evidente que habrá un fuerte cambio de estrategia en la marca japonesa. Se seguirá apostando por los sistemas híbridos y de hidrógeno, por supuesto, pero revisar las operaciones de la marca en torno a los coches eléctricos es ahora mismo lo más urgente.
Toyota ya anunció a comienzos de año que se está trabajando en una nueva plataforma específica para coches eléctricos que servirá como remplazo de la e-TNGA, un fracaso sobre la que se ha construido el Toyota bZ4X. El mayor problema es que esta nueva arquitectura no estará lista hasta el año 2026, así que los plazos que maneja la marca japonesa no son los más deseables. Los informes aseguran que la decisión de desarrollar una nueva plataforma se tomó tras desmontar un Tesla Model Y, algo que impresionó al personal de Toyota y forzó un cambio de estrategia por completo. El desmontaje de este coche evidenció, de forma interna, que Toyota está muchos años por detrás de Tesla.
‘Es increíble’, comentó un directivo de Toyota en declaraciones a Automotive News, y recalcó que es una obra de arte cómo está construido el coche eléctrico de la marca. Y es que, aunque por fuera no ha cambiado, el Tesla Model Y ha evolucionado de forma interna eliminando cientos de piezas y adoptando una batería estructural. La marca norteamericana no solo ha conseguido reducir 100 kg el peso del coche, sino que además optimizaron así la eficiencia energética y lograron igualmente una significativa reducción de costes. Y eso es, precisamente, lo que ha llevado a los ejecutivos de Toyota a ser conscientes de que necesitan una nueva plataforma, desarrollada desde cero y pensando en coches eléctricos en exclusiva.