Aunque parece que en Europa, en China y en Estados Unidos –solo en algunos sitios- la apuesta por el coche eléctrico es casi completa, todavía hay problemas críticos que resolver. Y se hace cada vez más evidente, porque cada vez es también más frecuente enterarnos de que en un sitio y otro se prohíbe cargar coches eléctricos a determinadas horas o, como poco, se le pide a sus usuarios que no lo hagan en una determinada franja horaria. Y no deja de ser curioso, porque va definitivamente en contra de esa política generalizada de inclinar a los conductores a comprar coches solo eléctricos.
Hace apenas unos días hablábamos de que en Chinase había limitado la potencia de cargadores para coches eléctricos en horas punta, de modo que se pudiera hacer frente a la crisis energética. Pero ahora en California, donde hace solo unos días se ha anunciado que solo se permitirán coches eléctricos desde 2035, como en Europa, acaba de ocurrir algo parecido. El Operador Independiente del Sistema de California ha emitido una recomendación de no cargar coches eléctricos entre las 16:00 y 21:00 horas porque es el horario en el que la red eléctrica recibe más estrés. Dada la ola de calor que les afecta, hay una gran demanda de energía y quieren evitar que lleguen a producirse cortes en el suministro de energía.
No estamos preparados para el coche eléctrico y está quedando demostrado a golpe de prohibición
La movilidad eléctrica supone una enorme demanda de energía eléctrica en una situación, la actual, en la que existe una importante reorganización geopolítica que ha llevado a una crisis energética. Hay varios países cortando o reduciendo el suministro de energía y se está llevando a cabo una transición progresiva hacia las energías renovables –solar y eólica-. También el hidrógeno verde está cogiendo tracción poco a poco, pero en muchos países se está dando la situación de que la demanda preocupa hasta el punto de que se pueda llegar a colapsar el sistema.
Así que, efectivamente, los precios de la energía están empezando a despuntar en muchos países. Y en este contexto, la adopción del coche eléctrico supone un reto todavía mayor. Por eso, las recomendaciones de no cargar coches eléctricos a determinadas horas, las limitaciones de potencia para desincentivar la carga, y otro tipo de medidas en la misma línea, están evidenciando el problema que existe. Aunque creemos que sí, lo cierto es que todavía no estamos preparados para que todo el mundo tenga un coche eléctrico.
A lo largo del último año ha crecido de forma exponencial la disponibilidad de instalaciones fotovoltaicas domésticas, que sirven para aliviar el sistema eléctrico y para ayudar a la producción de energía renovable. Cada vez son más las casas que disponen de placas solares, y este es un paso fundamental para poder avanzar, efectivamente, hacia la independencia energética y la adopción del coche eléctrico. Pero hay una realidad, y es que a día de hoy en muchos países, entre los que se incluye a España, no estamos preparados para que todo el mundo tenga un coche eléctrico. Y es importante adaptarse rápidamente para ello.
Un paso clave que se está pasando por alto en prácticamente toda Europa es la acumulación de energía. Porque si bien es cierto que cada vez se produce más energía solar y eólica, necesitamos acumular el excedente de energía para su utilización, por ejemplo, durante la noche o en días de poco sol. Ese es el siguiente paso, al mismo tiempo que va creciendo la cantidad de instalaciones fotovoltaicas. Mientras tanto, y en el contexto geopolítico que estamos viviendo, no será en absoluto extraño que sigan dándose prohibiciones hacia los coches eléctricos o, como poco, limitaciones de uso de las redes de cargadores.