La energía fotovoltaica tiene todas las papeletas para convertirse en la energía del futuro, aunque la energía eólica seguirá siendo un complemento. El problema es que los paneles solares tienen algunas limitaciones como, por ejemplo, que no se pueden instalar en superficies totalmente verticales. Sin embargo, han inventado unos paneles solares adhesivos que resuelven esto. Son algo así como finas láminas fotovoltaicas autoadhesivas que se pueden colocar en fachadas completas de edificios para convertirlos, de forma completa, en productores de energía solar.
Esta tecnología es de Heliatek y se llama HeliaSol. Es un film solar que se puede adaptar a cualquier tipo de superficie y que, por sus características propias, resuelve una buena parte de los problemas que plantean los paneles solares convencionales. El film solar es una película flexible, que es crucial para poder instalarse en superficies irregulares y fachadas de todo tipo, pero además tiene la importante particularidad de que es mucho más ligero que los paneles solares típicos. Y esto también es importante, además del hecho de que sea una instalación autoadhesiva, porque además evita la necesidad de crear nuevas estructuras de soporte para empezar a producir electricidad.
HeliaSol convierte cualquier edificio en un inmenso panel solar cubriendo toda su fachada al completo
Mientras que los nuevos edificios –y otras construcciones- se pueden desarrollar pensando en la preinstalación de energía solar, los edificios que ya están construidos plantean problemas y limitaciones en este sentido. Sin embargo, la tecnología HeliaSol tiene las características que hacen falta para permitir la modernización de edificios ya construidos sin importantes complicaciones y, además, reduciendo los costes de una forma significativa. Es una tecnología que literalmente se puede pegar en tejados, superficies de todo tipo e incluso también cristales.
El film solar autoadhesivo HeliaSolpelícula portadora con tecnología fotovoltaica orgánica y cuenta con un sistema de encapsulado que sirve para proteger la pila orgánica. Cada unidad de HeliaSol cuenta con su propio adhesivo para simplificar al máximo la instalación de esta tecnología de producción de energía solar y tiene además todas las conexiones necesarias y el cableado específico para su funcionamiento.
Estas unidades independientes, a pesar de que miden 2 metros de largo y 44 centímetros de ancho, solo tienen menos de 2 mm de groso. Y lo que es todavía más importante, pesan menos de 2 kg cada una de ellas y permiten una flexión máxima de hasta 20 centímetros. Todas estas características físicas y morfológicas son clave porque, frente a los paneles solares convencionales, los film solares de HeliaSol se pueden instalar en cualquier tipo de edificio sin necesidad de nuevas subestructuras sobre las que montar la instalación de producción de energía solar. Y esto no solo facilita y acelera la modernización de edificios sino que, como comentábamos anteriormente, reduce enormemente los costes.
De hecho, para instalar esta tecnología lo único que hay que hacer es empezar por limpiar la superficie correctamente, como se haría en cualquier caso para instalar un adhesivo, después retirar la protección del adhesivo del film solar e instalar el film solar con un rodillo. Además lleva una protección delantera que, una vez están instalados los paneles autoadhesivos, también se tiene que retirar.
Y no es una tecnología en la que se esté trabajando, que se esté desarrollando o sea solo una ‘idea de laboratorio’. Ya hay varios edificios en los que se está utilizando a día de hoy y los resultados son más que buenos. Así que seguro que no tardaremos demasiado tiempo en empezar a ver la tecnología HeliaSol en muchos otros edificios alrededor de todo el mundo, porque es una de las soluciones más inteligentes que existen a día de hoy para la mejora de edificios de casi cualquier característica.