O al menos eso es lo que nos quiere hacer creer Asahi Kasei, experto en química de materiales. Si ahora mismo estamos viendo una increíble transformación de la movilidad hacia el coche eléctrico, las bicicletas y los patinetes también con sistemas motrices eléctricos, este concepto va mucho más allá. Y cómo no, se trata de un coche autónomo. Sin embargo, el sistema de conducción autónoma es lo menos relevante, porque ha querido centrarse en los materiales de construcción que se podrían usar en el futuro para los coches.
Como avanzábamos, lo que ha pretendido Asahi Kasei es centrarse, sobre todo, en los materiales que podrían utilizarse para los futuros coches. Todo ello partiendo sobre la base de que dejaremos de conducir y todos los vehículos contarán con los sistemas de conducción autónoma suficientes como para que ya no sea necesario tener volante y tampoco pedales. Y sí, esto es importante porque, al menos tal y como nos imaginamos la conducción autónoma completa, los riesgos de accidente serían mucho menores o incluso reducidos a cero. Precisamente por eso sí, se podría dar un importante salto en el uso de materiales para los coches, y en su diseño del habitáculo.
Ni acero, ni aluminio, ni ningún material actual: el coche del futuro está basado en plástico reciclado
Este ‘coche del futuro’ se llama AKXY2, y lo más importante en él es que está fabricado con plástico reciclado, absolutamente nada más. No tiene ningún tipo de acero, tampoco se ha empleado aluminio para su fabricación y, en definitiva, no comparte ningún material –casi, casi- con los coches que se están fabricando a día de hoy. Ni siquiera emplea vidrio para su parte superior, que parece un acristalado completo en forma de vidrio. Está todo fabricado de plástico reciclado, pero… ¿por qué?
Porque igual que en estos momentos creemos que la conducción autónoma es el futuro, también estamos metidos de lleno en un contexto de concienciación en torno al plástico como desecho. Ya hay fabricantes –como Hyundai, por ejemplo- que están muy enfocados en reciclar plástico de los fondos oceánicos y marinos, y todo apunta a que en el futuro seguiremos encargándonos de las ingentes cantidades de plástico que hemos estado produciendo a lo largo de los últimos años. Así que, para darle un enfoque mucho más ‘eco’, Asahi Kasei apuesta por una construcción casi completa en plástico reciclado.
El interior está construido con polímeros de plásticos reciclados para la tapicería de los asientos, y el techo usa igualmente plástico reciclado que imita al aluminio. El coche tiene un diseño de gran cúpula transparente que, además, tiene una serie de pistones diseñados para elevar la cúpula y hacer que se abra la única puerta. Es un habitáculo totalmente distinto al que estamos acostumbrados por los coches actuales porque, como comentábamos, la visión de futuro es una conducción autónoma completa en la que no son necesarios ni volante ni pedales.
Dentro del coche hay dos asientos y una mesa extensible que se puede modificar en posición para poder colocarla donde más útil resulte a cada momento. El próximo mes de octubre, en la feria de materiales del futuro, este singular vehículo se presentará en el K-Show de Dusseldorf. Allí se podrán conocer más detalles, pero es un intento de hacernos ver hacia dónde, y de qué manera, podría evolucionar la movilidad. Sobre todo en las ciudades, claro, donde algo así sería mucho más viable.