Cambiar la batería de un eléctrico costará menos que cambiar el motor a un gasolina, pero no antes de 2030

Las baterías costarán solo 10-20 dólares por kWh en 2030. Es decir, que serán mucho más baratas que ahora, y sustituir la batería de un coche eléctrico usado será más barato que el cambio de motor de un vehículo térmico. Ya para el año 2026 se espera que cuesten la mitad que en 2023, con una fuerte tendencia de bajada.

Hace algún tiempo ya te hablé de cuánto cuesta la batería de un coche eléctrico, que explica en parte por qué este tipo de vehículos son caros, y a lo que te arriesgas si por algún casual te tocase reemplazarla. Pero vamos, que las baterías de los híbridos son caras también. Y es verdad que no paran de bajar de precio, incluso a un ritmo más rápido del previsto, y los últimos informes apuntan a que costarán la mitad para 2026. Pero sí, siguen siendo caras y son, de hecho, el componente más caro de un vehículo totalmente eléctrico.

Pero un análisis de Recurrent, una empresa que se dedica específicamente a analizar el mercado de baterías para vehículos eléctricos, asegura que cambiar la batería de un coche eléctrico, que tan costoso es a día de hoy, será más barato que sustituir un motor gasolina para finales de esta misma década. Es decir, para el año 2030, poco tiempo antes de que entre en vigor la prohibición de vender coches nuevos que no sean totalmente eléctricos en Europa.

Las baterías desplomarán sus precios, pero lo importante no es que sea barato sustituirla

Solo unos días atrás te hablé de un informe que ha vuelto a demostrar que las baterías duran mucho más de lo que se esperaba, y de lo que la mayoría de conductores creen. Y aunque se hable de ellas con mucha frecuencia, no es normal que haya que sustituir una batería de un coche eléctrico, ni es algo en absoluto frecuente. Y en la mayoría de los casos que se dan, el coste lo cubre el fabricante porque estos casos puntuales suelen darse en el período de garantía. Por fecha, o por uso.

Es decir, que en realidad a nadie debería importarle cuánto cuesta cambiar la batería de un coche eléctrico, sino que más bien debería resultarnos relevante cuál es su precio por la sencilla razón de que este componente condiciona de una forma muy directa el precio de los coches nuevos. De hecho, ya hemos visto cómo el coste más bajo de las baterías tipo LFP es justo lo que ha llevado a que se impongan sobre las NCM.

La industria está trabajando a marchas forzadas con el foco puesto en reducir el coste de las baterías no porque no sean fiables, y haya que sustituirlas pasado un cierto tiempo o después de un determinado kilometraje, sino sencillamente porque es crítico reducir el precio de los coches eléctricos para aumentar su penetración en el mercado. Y especialmente en ciertos mercados como Europa en general, donde ya se ha impuesto la retirada de los térmicos de los concesionarios desde 2035, y en mercados como España, donde las ventas no despegan.

El precio de sustituir una batería eléctrica ya está desplomándose

Recurrent asegura que el coste de reemplazar una batería, a día de hoy, ya está disminuyendo de una forma muy notable. Pero destacan que en estos momentos representan el 75% del valor de un coche usado que ronde los 15.000 dólares de precio, frente a un 100% hace solo cuatro años. Y estiman que para el año 2030 el reemplazo de la batería equivaldrá en torno al 30% de un coche usado con un precio orientativo de esos mismos 15.000 dólares.

¿Cómo es posible esto? Fácil, es algo que se debe a la disminución de costes de las nuevas baterías para coches eléctricos. Como te contaba anteriormente, a principios de este mismo año Goldman Sachs predijo que de media las baterías estarían en torno a los 80 dólares por kWh, que eso es casi un 50% menos que en 2023. Tan solo se experimentó un aumento puntual en el año 2022, y se debió a los altos precios de las materias primas, pero las baterías mantienen una tendencia de bajada de precio desde hace años.

Estas tendencias, aseguran, se van a mantener. Y en el año 2030 existirá un mercado sólido de baterías usadas para coches eléctricos que debería permitir a los propietarios compensar parte del coste de sustitución. El aumento de las ‘aplicaciones de segunda vida’, que consiste en usar esas baterías usadas para energía estacionaria, y otras aplicaciones, también ayudará a que siga disminuyendo el precio de las baterías. Predicen, desde Recurrent, que para el año 2030 podríamos estar en los 10 ó 20 dólares por kWh para los paquetes de batería.