La batería de un coche híbrido, o de un híbrido enchufable, tiene una vida útil limitada. Eso significa que es posible que en algún momento sea necesario cambiarla, pero ¿cuánto cuesta cambiar la batería de un coche híbrido? Aunque depende del modelo, el coste típico está entre 2.000 y 3.000 euros, aproximadamente. Lo que sí debes saber es que este gasto es anómalo. No es habitual que haya que cambiar la batería de un coche híbrido sino que, en realidad, lo más habitual es que dure más la batería que el propio coche.
Con cada ciclo de carga y descarga, las baterías sufren una degradación progresiva. Es decir, que poco a poco van mermándose sus capacidades y, por lo tanto, su capacidad de almacenamiento energético se va viendo perjudicada. Es por este motivo por el que la vida útil de una batería es limitada. Sin embargo, cada vez más coches híbridos e híbridos enchufables –prácticamente todos ellos en la actualidad- cuentan con baterías de iones de litio. Un tipo de batería con una gran longevidad y una muy gran resistencia a estos ciclos de carga y de descarga. Tanto es así que según las estimaciones de Toyota, la ‘tasa de fallo’ de las baterías está en tan solo un 1%. Una cifra destacadamente baja y que, además, está reduciéndose cada vez más.
Son pequeñas pero no son económicas
La batería de un coche híbrido suele costar entre los 2.000 y 3.000 euros. Este precio es el que tendría que pagar un usuario que la sustituye en su vehículo; es decir, que aquí se incluye el coste de la batería, pero también el gasto correspondiente a la mano de obra por la sustitución. No obstante, hay en modelos SUV de grandes dimensiones en los que el precio de la batería puede llegar a 4.500 euros. La buena noticia, como anticipábamos, es que este tipo de baterías es muy extraño que se tengan que sustituir. Y su sustitución no suele darse por desgaste, sino más bien por algún tipo de defecto, en cuyo caso suele estar cubierto por la garantía del propio fabricante. Es decir, que es realmente raro que un usuario tenga que hacer frente al coste de sustituir la batería en un vehículo híbrido.
Uno de los puntos clave está en que, además de que las baterías de iones de litio tienen una gran vida útil, los fabricantes dedican muchos recursos en contar con programas informáticos y sofisticados sistemas de refrigeración activa de las baterías que se encargan de mantener cada celda a la temperatura óptima de funcionamiento. La temperatura, como seguramente ya sabrás, es un factor clave para minimizar la degradación progresiva de las celdas de la batería. Así que gracias a esto el desgaste es mínimo con el paso del tiempo y, por eso, lo más habitual es que la batería dure más tiempo que el propio vehículo.
Para que la batería se mantenga en buen estado por tanto tiempo es fundamental que los fabricantes instalen buenos sistemas de refrigeración de la batería. Y aun así, en los vehículos híbridos los sistemas de refrigeración suelen ser más sencillos, porque al contar también con un motor térmico las exigencias sobre el sistema eléctrico del vehículo son inferiores.