El precio de la gasolina siempre ha sido una motivación a la hora de comprar un diésel. Porque, aunque los vehículos con esta mecánica eran algo más caros, el combustible siempre ha sido más económico y, al final, merecía más la pena comprar un coche diésel. Pero las cosas han cambiado, porque ahora está más caro el diésel que la gasolina. ¿Por qué está ocurriendo esto? El problema no radica en el precio del petróleo, sino en la volatilidad de los mercados.
Hay que tener en cuenta que, aunque al precio de la gasolina le afecta el coste del crudo –el precio del petróleo, en definitiva-, lo cierto es que no hay una relación directa. Lo que determina el precio del combustible es la cotización internacional de los productos refinados. Así es como lo explican desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos. Es decir, que aunque el barril de brent ha subido en los últimos meses, y esto afecta al carburante porque es el precio de referencia en europa, los productos refinados ‘tienen sus propias dinámicas’. Es decir, que el precio de la gasolina tiene su propia dinámica independiente, en cierto modo, del precio del barril de petróleo. Y se puede ver afectado por un descenso de la oferta o por un aumento de la demanda como ocurre, por ejemplo, en invierno con el gasoil.
¿Por qué está más caro el diésel que la gasolina? En realidad, es normal que esté ocurriendo esto
En realidad, es habitual que la cotización del gasóleo (diésel) sea más alta que la de la gasolina, pero el precio final para el consumidor se suele compensar con impuestos. Es este el motivo por el que los conductores se suelen encontrar con que el diésel tiene un precio más barato que la gasolina. Sin embargo, en estos momentos el precio internacional ha aumentado tanto que ni siquiera los impuestos llegan a compensar esta diferencia entre el diésel y la gasolina. Es ese el motivo por el que en estos momentos está más caro el diésel que la gasolina, mientras que lo habitual es que sea al revés.
Sobre el precio ‘base’ de la gasolina y del diésel se tienen que añadir también los costes relativos a la distribución y al almacenamiento, que implican en torno al 16%. Y a partir de aquí es cuando se aplican los correspondientes impuestos, como el Impuesto Especial de Hidrocarburos. Este impuesto es fijo, de 0,47 euros para la gasolina y de 0,38 euros para el diésel, sobre el litro de combustible. Como ves, los impuestos aplicados al diésel son notablemente inferiores. Por eso el diésel suele ser más económico que la gasolina. Ahora bien, estando la cotización internacional a un precio mucho más elevado, ni siquiera este beneficio fiscal consigue evitar que la gasolina esté, en estos momentos, más barata que el litro de diésel en las gasolineras.
El aumento de la demanda de diésel durante el invierno se debe a que muchos sistemas de calefacción siguen funcionando con gasóleo. Por lo tanto, al menos hasta que entren temperaturas más elevadas en Europa, será normal ver que el diésel está más caro que la gasolina. Es algo relevante, porque el transporte de mercancías depende, en gran medida, de los precios del diésel. Así que es importante que la situación se normalice en el entorno de las energías para la movilidad.