Cada vez está volviéndose más crítico contar con la etiqueta ECO de la DGT para circular con total libertad. Y eso, evidentemente, los conductores lo saben. Además de que está creciendo la oferta de vehículos nuevos con esta etiqueta, también se demandan cada vez más, como supongo que es lógico. Y a priori cabría pensar que la gente está decantándose por híbridos o eléctricos. Y sí, claro que las ventas de estos dos están creciendo, pero lo que quizá sea menos esperado es que las ventas de coches a GLP están subiendo como la espuma.
Entre el año 2013 y el año 2015 se produjo un crecimiento constante en las ventas de los coches a GLP, todos ellos con motores bifuel que pueden usar tanto gasolina como GLP como combustible. Y que de hecho tienen dos depósitos, uno para cada tipo de combustible. Un año más tarde se desplomaron las ventas, al siguiente repuntaron y en 2018 de nuevo se mantuvieron bajas. En el año 2019 se experimentó un importante incremento pasando de 1.963 unidades a 19.715 unidades matriculadas y dando seña de que podría ser una tendencia.
Sin embargo, en el año 2020, también con el peso de la pandemia del coronavirus y una situación compleja para el sector del automóvil y el mercado en general, volvieron a caer hasta 11.423 las unidades matriculadas de vehículos alimentados por GLP. Y se han mantenido estancadas, por decirlo de algún modo, hasta que en el año 2023 hemos vivido un gran repunte en la matriculación de los vehículos con este tipo de motor. Se alcanzaron las 26.545 unidades matriculadas marcando un máximo histórico. Y hay motivos que explican el enorme crecimiento en las matriculaciones de vehículos a GLP.
Los coches a GLP son la alternativa barata a los híbridos y a los eléctricos puros
Los coches híbridos, los que usan un motor gasolina y un sistema eléctrico motriz complementario, deberían ser el paso previo al coche eléctrico y deberían ser, en cierto modo, la alternativa barata a esta tecnología. Sin embargo, son vehículos muy complejos a nivel de mecánica. Esto, y el hecho de que salvo los híbridos enchufables no cuentan con las fuertes ayudas que tienen los coches eléctricos puros, hace que no sean en absoluto baratos. Y aquí tenemos el resultado: los consumidores están cada vez más interesados en los modelos impulsados por Gas Licuado de Petróleo.
Dacia ha sido protagonista en esto, porque han definido su gama de nuevos modelos ofreciendo un motor bifuel a GLP como opción de acceso para todo su catálogo al completo. El Dacia Sandero, el Sandero Stepway, el Duster, el Jogger… todos ellos parten sobre la base del motor 1.0 ECO de 100 CV como configuración más sencilla y barata. Y aunque sin tanta repercusión mediática, Renault también ha hecho esta decidida apuesta por los motores bifuel.
Otros fabricantes como SsangYong, o algunas ‘nuevas marcas chinas’ como DR o DFSK también han apostado por ofrecer versiones bifuel como complemento a sus modelos con motor gasolina. Y efectivamente es una forma muy barata de disponer de la etiqueta ECO de la DGT. Y al mismo tiempo, también de sortear los altos precios de la gasolina, porque el GLP es un combustible más barato. Es decir, que los vehículos con este tipo de motor tienen varias ventajas y sin suponer el fuerte sobrecoste que implica un coche con motor híbrido.
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