En los últimos días está sonando con fuerza la posibilidad de que lleguemos a ver la gasolina a 3 euros a lo largo de este verano o a finales del mismo, como muy tarde. Y es una realidad que estamos sumidos en una tendencia de subida de precio de los combustibles fósiles que arrancó hace ya un año, parecía haber llegado a su máximo en marzo de 2022, pero ha vuelto a acelerarse. Así que, analicemos ¿es posible que lleguemos a sufrir la gasolina a 3 euros?
Hace ya un año, el precio de la gasolina comenzó a crecer aunque lentamente. Se suponía que debía ser una consecuencia de los bajos precios que vimos durante la pandemia por la falta de demanda de combustibles. Desde enero de 2022, sin embargo, esta tendencia de crecimiento de los precios de los carburantes empezó a acelerarse marcando máximos históricos uno detrás de otro. El mayor repunte se produjo en marzo de 2022, llegando a superar los 2 euros por litro, pero desde entonces hasta finales de mayo ha habido subidas y bajadas constantes en el precio de la gasolina. Eso, en parte, a la bonificación del Estado con 20 céntimos por litro.
El precio de la gasolina ya ha absorbido la bonificación de 20 céntimos por litro
Aunque se decidió prorrogar la bonificación al precio de la gasolina, que se mantendrá en vigor si nada cambia hasta septiembre de 2022, en estos momentos el precio de la gasolina ya ha absorbido, y por bastante, esa ‘ayuda del Estado’. Es decir, que el combustible ya nos cuesta más caro que antes de que se aplicase esa bonificación por la incesante subida en el precio de la gasolina. Además, el hecho de que la bonificación acabe en 2022, y sin noticias aún sobre si se volverá a prorrogar, hace que sea más posible que lleguemos a ver la gasolina a 3 euros. A fin de cuentas, el hecho de que se pudiera acabar la bonificación ayudaría a que nuestros bolsillos se vean todavía más resentidos.
Hay varios factores que explican esta subida en el precio de la gasolina. Una de ellas es el precio del barril de petróleo Brent, que arrancó el año por debajo de los 80 dólares y ha llegado a superar los 130 dólares. Otro de los factores es la devaluación del euro frente al dólar, que es la divisa de referencia para los combustibles. Pero además, el estancamiento de los conflictos geopolíticos entre Rusia y occidente está propiciando un mayor debilitamiento de la economía occidental. Y una mayor inestabilidad en la crisis energética del Viejo Continente.
¿Veremos la gasolina a 3 euros? ¿Es realmente posible que se dé esta situación?
Posible es, sí, y además es una posibilidad que parece cada vez más plausible. Al ritmo al que están creciendo los precios de la gasolina, el diésel y el resto de combustibles fósiles, perfectamente podríamos ver la gasolina a 3 euros tan pronto como el próximo mes de agosto y tan tarde como el próximo mes de septiembre. Si el precio del barril de petróleo Brent crece, lo veremos reflejado al repostar, y si el euro se sigue viendo resentido con respecto al dólar, ocurrirá exactamente lo mismo.
Pero además, los movimientos políticos en Europa, con respecto a la importación de energías fósiles, también pueden afectar al precio del combustible. Y por supuesto, lo que nos va a afectar va a ser el incremento estacional de la demanda. ¿Qué significa esto? Que por el período vacacional, como ocurre todos los años en una medida casi idéntica, va a existir más demanda de gasolina, y de diésel, a lo largo de los meses de verano. Y especialmente durante el mes de agosto. Esto, por sí solo, si el resto de factores se mantuvieran iguales, propiciará un aumento de los precios de los carburantes. ¿Suficiente como para llegar a pagar la gasolina a 3 euros durante el verano? Es posible que sí.
Y como comentábamos, de momento el Gobierno tiene previsto mantener la bonificación al precio de la gasolina, de 20 céntimos por cada litro, hasta el mes de septiembre de 2022. Así que, si al aumento de la demanda y la consecuente subida de precio le sumamos el fin de la bonificación, llegar a pagar la gasolina a 3 euros es más que probable. Pero habrá que ver cómo evoluciona la situación a lo largo de las próximas semanas, porque es algo que no se puede avanzar con garantías de acertar.