El ZEM es un prototipo de coche eléctrico que introduce varias innovaciones tecnológicas enfocadas a ser cero emisiones netas. Porque sí, un coche eléctrico es ‘cero emisiones locales’, que significa que no produce emisiones de CO2. Pero este coche va un paso más allá y quiere producir cero emisiones de principio a fin, incluyendo tanto el proceso de producción como el de reciclaje. Y destaca, sobre todo, porque cuenta con un sistema que le permite capturar CO2 y eliminarlo mientras se mueve.
Este prototipo de coche eléctrico lo ha creado un equipo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven. Se basa en un chasis monocasco completado con paneles para su carrocería producidos con técnicas aditivas para evitar el desperdicio de materiales. Además, también se utilizan plásticos reciclados que al final de su vida útil, de nuevo, se pueden triturar y reutilizar. En su interior, igualmente, se usan materiales sostenibles como cuero de piña o policarbonato para las ventanas, como alternativa para el habitual vidrio. Y hay componentes modulares como el infotainment o la iluminación, para que igualmente se puedan reutilizar.
Un coche eléctrico que captura CO2 y lo elimina, y además se recarga con placas solares
Igual que cualquier otro coche eléctrico, no emite CO2. Pero su punto fuerte no es ese, sino todo lo comentado anteriormente, y que cuenta con una parrilla delantera por la que absorbe CO2 para capturarlo en unos filtros especiales. Puede capturar hasta 2 kg de CO2 por cada 20.600 kilómetros a una velocidad de circulación de 60 km/h. De este modo, el ZEM va más allá que cualquier otro coche eléctrico, pero lo cierto es que todavía plantea algunos problemas y retos. Desde el equipo de la universidad señalan que ya tienen previsto hacer más grande el filtro de CO2, porque ahora mismo solo se puede utilizar por un máximo de 320 kilómetros.
El ZEM cuenta con un paquete de baterías modulares, en nueve componentes, de 2,3 kWh de capacidad que alimenta un motor eléctrico de 30 CV. Cuenta además con un diferencial de Audi reciclado, que es el que ayuda a aumentar el par de forma considerable. Y otro de sus puntos fuertes es que, además de contar con frenada regenerativa para ser más eficiente, tiene placas solares en el techo para cargar su batería sin tener que enchufarlo a la red eléctrica. No obstante, implican tan solo un pequeño aporte de energía extra.
Pero ¿para qué sirve esto de capturar el CO2? Sirve para la descarbonización del planeta, porque a posteriori se puede utilizar para cosas como fabricar combustibles sintéticos, plásticos a partir de bloques químicos de construcción, y también hormigones o asfaltos ecológicos. Y aunque la captura de CO2 que hace el coche es bastante reducida, las cosas cambiarían mucho si una gran cantidad de vehículos tuviesen incorporado este sistema de absorción de CO2 en su parte delantera.
Este tipo de filtros, eso sí, se tienen que limpiar cada 320 kilómetros. La limpieza es algo que no está previsto, pero que comentan que se podría hacer con fuentes de energía renovables. Y efectivamente, reutilizar el CO2 capturado para algunas de las aplicaciones que describíamos anteriormente. Una idea que de momento no se sabe si acabará llevándose a vehículos de producción, pero que muestra que los coches eléctricos pueden ser todavía mucho más respetuosos con el medio ambiente.