Salvo cambio hasta entonces, en julio de 2025, para lo que tan solo quedan dos años, se introducirá un cambio de normativa que va a poner los gasolina por las nubes. Y los diésel también, pero vamos, que sus ventas están cayendo a un ritmo cada vez más acelerado y cada vez menos fabricantes los ofrecen en su gama. Así que lo de los diésel nos va a afectar algo menos, pero los coches gasolina se van a poner ‘intocables’. Y es que Europa ha cometido un error de cálculo realmente relevante en sus estimaciones.
Frontier Economics ha hecho un estudio, solicitado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, respecto a las consecuencias que tendrá la entrada en vigor de la norma Euro 7. Según la Comisión Europea, esta normativa solo debería suponer que cada coche gasolina cueste unos 184 euros más a los fabricantes de automóviles y, sin embargo, el estudio que han publicado apunta a 1.862 euros más. Es decir, que con la entrada en vigor de esta normativa, en un plazo de tan solo dos años, los coches gasolina van a costar casi 2.000 euros más que ahora. Y este coste tiene que ver con el coste de producción, no con el precio final. Estiman que los precios finales a clientes, con esta medida, aumentarán todavía más.
La norma Euro 7 va a hacer que los precios de los coches nuevos suban todavía más que ahora, que ya están realmente caros
Según las estimaciones de la Comisión Europea, la entrada en vigor de la norma Euro 7 debería implicar únicamente 184 euros más en costes de producción para los modelos con motor gasolina, y en torno a los 446 euros más para los vehículos con motor diésel. Unos aumentos de costes que, en realidad, tampoco afectarían de una forma excesivamente notable a los precios finales. Pero es que las estimaciones de la Comisión Europea son demasiado optimistas y están totalmente equivocadas, a juzgar por lo que indican los datos revelados por las Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
El estudio que han llevado a cabo estima un sobrecoste de 1.862 euros por cada coche gasolina, y todavía mayor para los vehículos diésel. En este caso se habla de un aumento de 2.629 euros para los costes de producción y, como comentábamos anteriormente, esto va a hacer que los precios suban todavía más. Y mientras tanto, los coches eléctricos no consiguen bajar de precio por los enormes costes de producción que conllevan las baterías de iones de litio, y por el dominio de China en este sector industrial. Así que las previsiones son realmente pesimistas, salvo que se corrija la dirección a la que apunta la norma Euro 7.
Lo peor de todo es que, en esta profunda revisión de la aplicación de la norma Euro 7 en un futuro inminente, se ha podido comprobar que los beneficios medioambientales que va a propiciar son insuficientes en relación al enorme impacto económico que va a causar. Es por eso que desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles se ha criticado con dureza la dirección a la que apunta la nueva normativa, y se está trabajando por intentar que los cambios sean más leves que los previstos. Pero, de momento, como comentábamos anteriormente, las previsiones son francamente pesimistas.
Mientras tanto, quienes sí que están presionando para bajar los precios de los coches nuevos son precisamente los fabricantes asiáticos. Marcas como MG o BYD están encontrando en Europa una excelente oportunidad. De hecho, MG ya está consiguiendo escalar posiciones en el ranking de ventas en nuestro propio mercado, en España, con un producto como es el MG ZS. Una alternativa al SEAT Arona, con mayores dimensiones y maletero, más equipamiento y un motor más potente, que tan solo cuesta 13.990 euros. Pero los fabricantes tradicionales europeos sencillamente no pueden competir, a día de hoy, con la oferta de las marcas chinas.