La etiqueta ECO es uno de los distintivos ambientales que puede otorgar la Dirección General de Tráfico a un determinado coche. Se otorga únicamente a los que cumplen una serie de criterios de eficiencia y emisiones y tienen varias ventajas con respecto a los que cuentan con etiqueta C, que sería la justo inferior –por llamarlo de algún modo-. Pues bien, vamos a explicarte por qué tu próximo coche debería tener etiqueta ECO -como mínimo- aunque, por supuesto, contar con la etiqueta Cero tiene todavía más ventajas y es por supuesto aún mejor. Pero también es bastante más caro.
Contar con la etiqueta ECO de la DGT tiene una serie de importantes ventajas. Este distintivo ambiental lo tienen los coches bifuel que sean compatibles, además de con gasolina, con GNC o con GLP –como los Dacia-. También la tienen los mild hybrid con un motor gasolina electrificado, generalmente con un sistema eléctrico de 48 V y los híbridos no enchufables. Es también el distintivo ambiental que nos vamos a encontrar incluso en los coches híbridos enchufables pero con una reducida autonomía en modo totalmente eléctrico. Muy bien, pero ¿cuáles son las ventajas de tener la etiqueta ECO de la DGT?
Por qué tu próximo coche debería tener este distintivo ambiental de la DGT
Contar con la etiqueta ambiental ECO de la DGT implica ventajas importantes cuando existen restricciones a la circulación para los coches más contaminantes, además de que también nos puede dar descuentos en determinadas autopistas con peaje. Por otro lado, en zonas de estacionamiento regulada es posible que se nos apliquen condiciones de preferencia, aunque esto depende también de la ciudad a la que nos refiramos. Y además de que son coches menos contaminantes, que por lo general tienen mayor eficiencia del combustible y gastan menos por cada 100 kilómetros recorridos, vamos a disfrutar en un futuro de un mayor valor de reventa.
- Acceso a zonas restringidas: La etiqueta ECO de la DGT permite el acceso a zonas de las ciudades que están restringidas al tráfico de vehículos más contaminantes, sean de forma puntual o permanente.
- Descuentos en peajes: Algunas autopistas y carreteras ofrecen descuentos a los vehículos con etiqueta ECO y, aunque no son todas, es posible que lo podamos aprovechar a menudo.
- Aparcamiento preferente: En determinadas ciudades, los vehículos con etiqueta ECO de la DGT tienen acceso preferente a las plazas de aparcamiento que están reguladas.
- Menor contaminación: Al ser vehículos más eficientes y menos contaminantes, contribuyen a mejorar la calidad del aire y reducir la huella de carbono.
- Mayor valor de reventa: Los vehículos con etiqueta ECO de la DGT suelen tener un mayor valor de reventa que los vehículos más antiguos y contaminantes, o incluso vehículos con características muy similares pero con la etiqueta C.
Y a diferencia de la etiqueta Cero de la DGT, exclusiva para híbridos enchufables de gran autonomía en modo eléctrico y para coches eléctricos puros, la etiqueta ambiental ECO de la DGT se le entrega a un abanico de vehículos mucho más amplio. Es decir, que tenemos la misma etiqueta ECO en un barato Dacia bifuel compatible con GLP que en un económico FIAT con motor mild hybrid y en un caro híbrido enchufable de marcas premium, pero que tiene poca autonomía en modo eléctrico puro.
Por estos motivos anteriores, a día de hoy lo más recomendable es comprar un coche nuevo –o de segunda mano, eso da igual- que tenga como mínimo la etiqueta ECO de la DGT. Apostar por un coche con etiqueta C nos puede suponer, entre otras muchas cosas, tener que sufrir restricciones y limitaciones al tráfico de manera puntual o permanente en ciertas ciudades. Y a medida que va pasando el tiempo, y Europa se vuelve más estricta con la contaminación, el valor de reventa de este tipo de coches va disminuyendo de una forma más agresiva.