Hay una serie de medicamentos prohibidos para conducir que lo están porque, entre otros efectos secundarios, producen somnolencia, confusión, alteraciones visuales o pérdida de reflejos, por ejemplo, así como euforia, agresividad, pérdidas de concentración, etcétera. Es decir, que ingerir estos medicamentos supone un riesgo para la seguridad propia, y la del resto de usuarios de la vía. Por eso son medicamentos incompatibles con la conducción y se pueden tomar, evidentemente, pero si los tomas no debes conducir.
Entre los medicamentos prohibidos para conducir los hay de varios tipos, pero suelen ser los relajantes, ansiolíticos, anticonvulsivos y analgésicos. Lo mejor que podemos hacer es consultar a nuestro médico cuando se nos recete cualquier tipo de medicina y, por supuesto, también podemos consultar el prospecto para ver si tiene algún tipo de efecto secundario que afecte a las capacidades para conducir. Así sabremos, de manera precisa, si es un medicamento prohibido para conducir o si podemos enfrentarnos a la conducción sin ningún tipo de miedo. Sea como fuere, en la propia caja del medicamento se nos indicará con una marca específica que, si lo consumimos, no debemos conducir bajo ningún concepto.
Los medicamentos prohibidos para conducir en España ¿cuáles son?
Está prohibido para conducir el Lorazepam, uno de los medicamentos más habituales para los problemas de ansiedad. El gran problema es que forma parte de las benzodiacepinas, y es uno de los más fuertes, de tal modo que tiene efectos de ansiolítico, sedante, amnésico y relajante muscular. Es un medicamento utilizado para problemas de insomnio, tensión, neurosis y un largo etcétera, y uno de sus efectos secundarios más peligrosos para conducir es el cansancio, pero también la lentitud para la reacción o la visión borrosa.
El Alprazolam es otro medicamento de la rama de las benzodiacepinas y se receta para el estrés fuerte, la angustia, el pánico o los ataques de ansiedad. De nuevo, un medicamento prohibido para conducir porque produce amnesia, sueño y una fuerte disminución de la capacidad de atención. Por eso, este medicamento también se debe tomar con precaución y evitar la conducción porque puede ponernos en grave riesgo su consumo como conductores.
Siguiendo exactamente en la misma línea, el Lormetazepam se suele recetar como relajante, ansiolítico, amnésico y sedante. Aunque suele utilizarse en tratamientos de una duración más limitada, este medicamento puede producir agresividad, agitación, amnesia, delirios e irritabilidad. Es otro medicamento prohibido para conducir porque merma de manera notable nuestras capacidades durante la conducción y, por lo tanto, asociar su consumo y la conducción de un vehículo por la vía pública puede suponer un grave peligro para nosotros y el resto de usuarios de la vía pública.
Otros medicamentos prohibidos son el Metamizol sódico, la Metmorfina y el Tramadol. El primero se usa para fiebres elevadas y dolores fuertes, y tiene graves efectos sobre la concentración y la capacidad de reacción. La Metmorfina la suelen consumir los pacientes de diabetes tipo 2 para la regulación el azúcar en sangre y puede dar lugar a bajadas de azúcar, confusión y visión borrosa. Y el Tramadol, que también hemos mencionado, puede afectar sobre la capacidad física y mental generando somnolencia, mareos y alteraciones sobre la visión.
Pero el punto clave, como comentábamos anteriormente, está en consultar a nuestro médico y revisar de manera detallada el prospecto de los medicamentos. El de la imagen anterior, dentro de este artículo, es el pictograma que se utiliza y pone en la caja de ciertos medicamentos para alertar de que ese medicamento en cuestión puede producir efectos secundarios que afectan sobre la conducción. Los efectos secundarios que producen estos medicamentos pueden ser más o menos frecuentes, más o menos intensos y de diversos tipos. Pero, en cualquier caso, siempre que veamos ese pictograma debemos revisar de manera detallada el prospecto del medicamento. Y aun así, si notamos que al ingerir cualquier medicamentos nos produce algún efecto negativo durante la conducción, deberíamos evitar tomarlo al conducir, o al revés; es decir, deberíamos evitar tomarlo cuando conduzcamos un vehículo.