El margen de error de los radares de velocidad en España es de un 7% como máximo sobre la velocidad máxima permitida en la vía en la que se utilice el dispositivo. No obstante, este margen de error varía según el tipo de radar de velocidad. Y la Dirección General de Tráfico hace distinción entre los radares de tramo, los de trípode o instalados en vehículos parados, los aéreos –del helicóptero Pegasus- y los de instalación móvil sobre vehículos. En cada uno de estos tipos el margen de error de un radar de velocidad es distinto.
En la Orden ICT/155/2020 se establecen los errores máximos permitidos para los radares de velocidad que operan en España. Según esta documentación, estos son los márgenes de error máximos en función del tipo de radar.
- Radares de tramo: Margen de error de ±3 km/h hasta 100 km/h y de ±3% a partir de 100 km/h.
- Radares fijos y radares móviles de trípode o instalados en vehículos parados: Margen de error de ±5 km/h hasta 100 km/h y de ±5% a partir de 100 km/h.
- Radares aéreos (helicóptero Pegasus): Margen de error de ±5 km/h hasta 100 km/h y de ±5% a partir de 100 km/h.
- Radares en instalación móvil sobre vehículo: Margen de error de ±7 km/h hasta 100 km/h y de ±7% a partir de 100 km/h.
Estos son los baremos que se aplican
Pero todo esto anterior ¿qué quiere decir? Que en las carreteras en que el límite de velocidad está fijado en 100 km/h o menos, por ejemplo, los radares de velocidad móviles de la DGT tienen un margen de error de 7 km/h. La horquilla que se aplica difiere entre los diferentes tipos de radares de velocidad de que dispone la Dirección General de Tráfico. Por eso, en autopistas o autovías, donde el límite de velocidad está establecido en 120 km/h, el radar de velocidad no se va a activar hasta 128,4 km/h o más.
Hay que tener en cuenta que este tipo de dispositivos, que conocemos como radares de velocidad, pero realmente se llaman cinemómetros, tienen una precisión extraordinaria. Y sin embargo, el velocímetro de nuestro coche es un dispositivo bastante más impreciso. Por eso, aunque los radares de velocidad tienen un margen de activación, es posible que en nuestro coche la velocidad que se indica no sea la real. Son más precisos los dispositivos GPS, pero también tienen un margen de error.
La norma a la que hacemos referencia establece los márgenes de error de los radares de velocidad desde el año 2020, porque anteriormente era otra la normativa que lo establecía a partir del año 2010. Poco a poco, la Dirección General de Tráfico ha ido reduciendo los márgenes. ¿Por qué? Porque los dispositivos que utilizan para comprobar la velocidad a la que circulan los conductores son más precisos. Y además son más precisos en cualquier circunstancia, sin importar que haya niebla o lluvia, o cualquier otra limitación de visibilidad.