El filtro de partículas retiene partículas sólidas del sistema de escape que, cuando el mismo alcanza temperaturas de más de 400 ºC, entra en lo que se denomina proceso de regeneración. A través de la pirólisis, elimina estas partículas. Sin embargo, si no se alcanzan las condiciones idóneas para la regeneración, el filtro de partículas se puede obstruir. Veamos cómo evitar que se obstruya el filtro de partículas del coche.
El filtro de partículas tiene un sensor que detecta automáticamente cuándo la acumulación de partículas es la necesaria como para llevar a cabo la regeneración. Esta regeneración es un proceso por el cual el filtro de partículas se calienta por encima de los 400 ºC y, por la propia temperatura, mediante pirólisis, quema las partículas. La obstrucción del filtro de partículas se produce cuando el mismo no puede entrar en regeneración y hacer la pirólisis de las partículas acumuladas. Por eso, para evitar que se obstruya es fundamental saber cómo funciona y, de este modo, facilitar que pueda calentarse lo suficiente como para eliminar la carbonilla.
Así puedes evitar que se obstruya el filtro de partículas de tu coche
El filtro de partículas se obstruye porque no se circula el tiempo suficiente como para que la mecánica pueda alcanzar la temperatura óptima, porque el régimen de revoluciones no es suficientemente elevado o porque algún sensor de la mecánica no está en correcto estado. Así que, para evitar que se obstruya hay que circular el tiempo suficiente como para que el motor pueda alcanzar su temperatura de funcionamiento óptima y, además, cuando se haya alcanzado dicha temperatura se debe mantener el motor entre 2.000 y 3.000 rpm.
Si hacemos esto, el filtro tendrá más fácil alcanzar la temperatura de regeneración, en tanto que unas revoluciones por minuto más elevadas llevarán a que los gases de escape se calienten más. Hay que evitar circular a bajas revoluciones y pisar fuertemente el acelerador. Si hacemos esto, le enviaremos un exceso de combustible que no se quemará correctamente porque le faltará el aire necesario. Si hacemos esto, más que ayudar a que se elimine la carbonilla, y evitar la obstrucción, lo que haremos es facilitar una mayor acumulación de carbonilla.
Hay que evitar circular con una marcha larga, a baja velocidad y a bajas revoluciones. Lo más recomendable es que cada 200 kilómetros, aproximadamente, circulemos por carretera de manera continuada unos 20 minutos entre los 60 y 120 km/h, a una velocidad constante y manteniendo el motor en un rango de entre 2.000 y 3.000 rpm. Por otro lado, también hay que tener precaución de no apagar el motor del coche durante la regeneración del filtro de partículas, que se indica con un testigo específico en el cuadro de mandos en la mayoría de los coches que cuentan con este componente.