Están ocurriendo dos cosas al mismo tiempo, y las dos apuntan a que efectivamente, explicado de la forma más coloquial posible, China se coma a Europa en los próximos años en el sector del automóvil. Por un lado estamos viviendo cómo marcas occidentales tradicionales están trasladando la producción de algunos de sus nuevos modelos a territorio chino. Y al mismo tiempo, las propias marcas asiáticas originales de China están trayendo sus productos al mercado europeo y apuntando, sobre todo, a competir con precios más bajos..
En Autonews, y haciéndose eco de un estudio de PwC, confirman lo que efectivamente hace tiempo que se sospecha, y es que China está ganando terreno en el mercado europeo del automóvil a un ritmo que llama la atención por lo acelerado que está siendo. Apuntan a un volumen de 800.000 coches eléctricos chinos que podrían venderse en Europa para el año 2025, y una gran mayoría de ellos señalan que serán coches eléctricos. Pero hay ‘trampa’ en esto, porque se incluyen tanto los coches eléctricos europeos fabricados en China como los coches eléctricos que efectivamente son fabricados en China y por marcas chinas. Que, en realidad, no es lo mismo pero tiene un impacto muy parecido en la industria y la economía de los países europeos. Porque la cuestión es que para el consumidor es mejor un coche eléctrico chino barato, pero eso repercute de forma negativa en el sector del automóvil destruyendo puestos de trabajo de ciudadanos europeos.
Cada vez veremos más ‘coche chino’ en Europa, la culpa es de los coches eléctricos baratos de China
En China se han vendido 1,5 millones de coches eléctricos solo durante el tercer trimestre de este año 2022. Eso significa un crecimiento del 94% con respecto al tercer trimestre del año anterior. El país asiático ha conseguido un ritmo de crecimiento del coche eléctrico extraordinario y es por varios motivos. No solo es cuestión de que muchos fabricantes hayan apostado por ellos en exclusiva, o por las ayudas del Gobierno, sino que también tiene que ver con el enorme desarrollo de la industria de fabricación de baterías para coches eléctricos. La inmensa mayoría de las baterías de todos los coches eléctricos de todo el mundo, y de todos los fabricantes, a día de hoy proviene de China.
Al tiempo al que está ocurriendo todo esto, hay marcas como Tesla, BMW o el Grupo Renault que han desplazado al país asiático la producción de sus vehículos, al menos uno de ellos por el momento. Para que nos hagamos una idea, PwC calcula que en las ventas europeas China pasará del 3,8% al 7,9% de cuota de mercado para el año 2030 en lo que se refiere a coches eléctricos. Ahora bien, no solo las marcas chinas están empujando esta transición, sino que de los 800.000 coches eléctricos fabricados en China que están pronosticados, del orden de 330.000 unidades corresponderán a marcas de automóviles occidentales que han desplazado allí su producción.
Por el control de la producción de baterías, y otros motivos que bien merecerían un estudio detallado, China ha conseguido desarrollar coches eléctricos más baratos que sus homólogos europeos con conceptos novedosos y tecnología innovadora incluso para Europa. Están siendo capaces de generar una oferta mayor que los fabricantes europeos y reducir los costes de producción. Además trabajan con márgenes de beneficio más ajustados que les permiten competir incluso en suelo europeo con precios mucho más bajos.
Ya hay importantes personalidades dentro de la industria del automóvil en Europa que han propuesto políticas más proteccionistas como las que se han adoptado, por ejemplo, en los Estados Unidos. Hay quienes consideran que China compite con ventaja frente a los fabricantes occidentales tradicionales y dificulta el desarrollo de la industria propia. Sea como fuere, mientras China siga siendo el pulmón mundial de producción de baterías para coches eléctricos, poco margen de maniobra le va a quedar a las marcas europeas para competir de tú a tú en el mismo mercado.