Volkswagen ya tenía eléctricos por menos de 20.000€ ¿Por qué desaparecieron el e-Up, el Mii y el Citigo?

El Volkswagen e-Up!, el Skoda Citigoe iV y el SEAT Mii electric eran eléctricos de menos de 20.000 euros. Murieron de éxito, por la incapacidad de VW de fabricar tantas unidades, pero también porque los nuevos modelos ID basados en la plataforma MEB eran más rentables.

El Grupo Volkswagen informó recientemente de que dispondrán de eléctricos por menos de 20.000€ en 2027 y sí, desde luego que es lo que necesita el mercado, y especialmente el mercado europeo. Fabricantes que ya se han lanzado a este segmento, como Stellantis con el Citroën ë-C3, están teniendo una alta demanda.

Pero lo curioso en todo esto es que Volkswagen ya tuvo eléctricos por menos de 20.000 euros y, de hecho, no uno sino tres modelos. Eran modelos eléctricos: el SEAT Mii electric, del que ya te hablé en profundidad para recordar que era incluso mejor que el Dacia Spring, pero también el Skoda CITIGOe iV y el propio Volkswagen e-Up!

El SEAT Mii electric, el Skoda CITIGOe iV y el VW e-Up! eran justo lo que Volkswagen necesita ahora

Estos tres modelos estaban construidos sobre la misma plataforma, y fueron lanzados por el Grupo Volkswagen con el objetivo de ofrecer la movilidad eléctrica a un precio más accesible. Como te digo, costaban en torno a los 20.000 euros antes de ayudas, luego más baratos aplicando las ayudas vigentes ya en aquel momento.

Estos tres coches se lanzaron en versión eléctrica entre 2019 y 2020, aunque ya estaban disponibles desde tiempo atrás con motores gasolina. De hecho, también estuvieron disponibles en versiones bifuel compatibles con gasolina y GNC, gracias al famoso motor TGI al que la correspondía la etiqueta ECO de la DGT. El caso es que son modelos que murieron de éxito, por sorprendente que pueda resultar a día de hoy.

Los eléctricos baratos de Volkswagen murieron de éxito, y quizá por una mala decisión

En el año 2020 los tres modelos tuvieron un enorme éxito, especialmente en Alemania, donde las ayudas gubernamentales los hacían francamente atractivos por su precio final. Este éxito parece que no era el previsto por la multinacional alemana.

Se tuvieron que discontinuar los tres modelos por varios motivos. Uno de ellos es que los tres se fabricaban en Bratislava, en una planta de producción que no estaba dimensionada para el alto volumen de demanda que recibieron no en uno, sino en los tres modelos. Pero además, estas limitaciones de producción se vieron agravadas por la escasez de semiconductores, que por cierto afectó a todos los fabricantes.

Ya a finales del año 2020, tanto SEAT como Skoda anunciaron que dejaban de aceptar pedidos para sus respectivos modelos. Y aunque aguantó algo más de tiempo, Volkswagen hizo lo mismo poco tiempo después. Lo sorprendente es que volvió a venderlo durante poco tiempo, y de forma limitada, algunos meses después. Y tan solo en algunos mercados seleccionados.

Otro de los problemas que tuvo Volkswagen con estos tres modelos es que su batería de 32,2 kWh útiles competía en la asignación para otros modelos del grupo que, esto supongo yo que sería así, eran potencialmente más rentables. Y hago esta última suposición porque lo que sí sabemos es que tras la millonaria inversión en la plataforma MEB, específica para coches eléctricos, Volkswagen decidió apostar por los nuevos modelos basados en esta arquitectura y no en arquitecturas adaptadas que provenían de modelos gasolina.

Hay que tener en cuenta además que la normativa europea ha ido sumando exigencias en términos de seguridad que han requerido de nuevas inversiones, y que habrían obligado a invertir más dinero en adaptar estos modelos obsoletos. Es decir, que tenían un futuro corto por delante, sí o sí, y la estrategia de Volkswagen estaba enfocada en los nuevos modelos ID, basados en la plataforma MEB, más modernos y más rentables.