Europa retrasará a 2040 la prohibición de los gasolina y diésel

Europa retrasará a 2040 la prohibición de los vehículos nuevos gasolina y diésel. Puerta abierta a los biofuels y efuels, que podrían mantener estos motores de combustión durante más tiempo en el mercado. Hay marcas que se oponen al retraso tras fuertes inversiones.

Europa está a punto de dar un giro imprevisto a la normativa que ya contemplaba la prohibición de los gasolina y diésel en 2035. Desde que se anunciase en el año 2022, las presiones han sido constantes y parece, como revela The Times, que la Unión Europa va a ceder finalmente.

Esta publicación asegura que altos cargos de la industria automotriz ya han confirmado que, aunque de manera extraoficial, Bruselas ya ha comunicado este cambio a los fabricantes. El plan de Europa es retrasar la prohibición de vender coches nuevos de gasolina y diésel hasta el año 2040; es decir, cinco años más tarde de lo que anteriormente estaba previsto, que era el año 2035.

Retrasar 5 años la prohibición de los gasolina y diésel, hasta 2040

Todo esto está ligado de forma directa a lo que supimos la semana pasada, y es que en Europa estarían valorando cancelar la prohibición de los motores térmicos y, como opción alternativa, permitir el uso de efuels y biofuels. Y es que, hasta la fecha, la apuesta de los organismos europeos competentes había sido reducir a cero las emisiones dejando la puerta abierta tan solo a los eléctricos a batería y los vehículos de pila de combustible; es decir, los de hidrógeno.

En base a este informe anterior, los denominados combustibles sintéticos, o efuels, tendrían también la posibilidad de extender la vida de los motores térmicos más allá del año 2035, y dejarían por tanto también abierta la puerta a vender este tipo de motores en coches nuevos más allá del año 2035. En cualquier caso, en la información de The Times no aportan más respecto a esto, que se aclarará cuando comuniquen, de forma oficial, desde Europa, los cambios en la normativa.

En base a lo que apunta The Times, sería desde el 1 de enero de 2040 cuando todos los coches nuevos vendidos en la Unión Europea tendrían que ser cien por cien eléctricos. En tanto que, como dicen, ya se habría comunicado de forma interna a algunos fabricantes del sector, hay algunas marcas que se están preparando para mantener gasolina e híbridos, e incluso relanzar otros modelos, dado el retraso de la entrada en vigor.

Hay quienes se oponen, por supuesto, como es el caso de Volvo, que quiere mantener la hoja de ruta actual hacia la electrificación completa. Y es normal, porque es uno de los fabricantes que lanzó una apuesta sólida, decidida y firme, en favor de los coches cien por cien eléctricos. Otras, sin embargo, han jugado a comprar bonos de emisiones a marcas eléctricas como Tesla y retrasar sus inversiones, o evitarlas, y mantenerse en los térmicos.

Inestabilidad e incertidumbre en el sector y para los compradores

Esto ya es mi opinión, por supuesto, pero supongo que serán muchos los que estén de acuerdo conmigo. Europa no está legislando como debería, teniendo en cuenta tanto a la industria como también a los consumidores. Y llevan años generando un caldo de cultivo peligroso en términos de inestabilidad e incertidumbre que está llevando a que, efectivamente, caigan las ventas de coches nuevos y no se apueste por la tecnología y la innovación.

La imprecisión en la normativa, las idas y venidas y los retrasos, solo están provocando un daño irreparable a la industria europea que está quedándose claramente por detrás de la china. Y mientras tanto, los consumidores están viendo cómo son incapaces por limitaciones económicas de hacer frente a la compra de vehículos nuevos como, sin embargo, antes de la pandemia sí podían.