La primera gran consecuencia tras los problemas de Volkswagen y la irregularidad de sus motores diésel es la dimisión de su CEO Martin Winterkorn. Tras haber emitido un comunicado, el consejero delegado del Grupo Volkswagen abandona su puesto en la firma después de la manipulación de motores diésel para aprobar los test contra la contaminación en Estados Unidos.
Según ha hecho saber a la prensa internacional, asegura que «no ha hecho nada equivocado», lo que no choca con la obligación de aceptar la responsabilidad de su cargo al frente del Grupo Volkswagen. Con mayor detalle, Winterkorn ha explicado que despeja el camino para el cambio a la espera de que el consejo de supervisión apruebe su cese de funciones como consejero delegado. Esta decisión la ha llevado a cabo «por el interés de la compañía, a pesar de que no ha hecho nada malo».
Este movimiento se adelanta al fin de su contrato, que habría dejado a Winterkorn fuera de la posición como consejero delegado a finales de 2016. Aunque ha dejado el puesto vacante, el ahora ex consejero delegado de Volkswagen asegura que el proceso de clarificación y transparencia debe continuar, y es que sólo de esta forma se conseguirá recuperar la confianza perdida por parte del Grupo Volkswagen. Ha apuntado también que está «convencido de que Volkswagen y su equipo superarán esta grave crisis».
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