Estábamos muy equivocados cuando creíamos que la autonomía de un coche eléctrico dependía en exclusiva de su batería, y especialmente de la capacidad de almacenamiento energético de la misma. El vehículo eléctrico está evolucionando para mejorar componentes como sus motores, su arquitectura eléctrica o su BMS y conseguir más autonomía manteniendo idénticas baterías. Y ahora, el proveedor automotriz Magna ha destapado que cualquier coche eléctrico puede conseguir una autonomía un 9% mejor de lo que homologa ‘sin hacer nada’. Un descubrimiento que, sin duda, puede cambiar el coche eléctrico a partir de ahora y no solo logrando mejores autonomías que las actuales.
La clave en este descubrimiento de Magna, un reputado proveedor de componentes para automóviles, está en un sistema de desacoplamiento del motor eléctrico de este tipo de vehículos. El ‘problema’ de los coches eléctricos es que el motor está siempre conectado al sistema de tracción, como motor cuando impulsa el vehículo y como generador de corriente en la frenada regenerativa, cuando se suelta el acelerador. Sin embargo, lo que ha presentado Magna es un componente que desconecta el motor cuando su potencia no se necesita para que se reduzca el consumo de forma notable. Tanto, que se puede conseguir un 9% más de autonomía en cualquier coche eléctrico.
Desconectar el motor para conseguir un 9% más de autonomía en cualquier coche eléctrico sin cambiar en absoluto la batería
Con este sistema se consigue aumentar la eficiencia de forma notable, reduciendo las pérdidas de energía por el par de arrastre del motor y su transmisión. Esta tecnología es un dispositivo electromecánico que se llama eDecoupling, y desde Magna aseguran que se puede instalar fácilmente en los diseños de tren motriz de los coches eléctricos existentes. Interactúa con el tren motriz de cualquier vehículo y se activa en menos de 100 milisegundos, pero es que lo mejor de todo es que no solo vale para coches eléctricos, sino que aseguran que también puede funcionar en vehículos híbridos sin problema alguno.
Y no es un proyecto que vaya a desarrollarse en el futuro, o que esté bajo investigación, sino que se llevará a producción pronto en las instalaciones de Magna en Lannach, en Austria. Además han avanzado que ya tienen previsto lanzar este innovador sistema en múltiples vehículos de una marca alemana de enfoque premium. Recordemos que Magna ya tiene relación con Fisker, específicamente como proveedor para el Fisker Ocean, aunque desconocemos si es el mismo ‘embrague único’ que ya describió su CEO al presentar este modelo.
Magna ha asegurado que en un Jaguar I-Pace, con este sistema son capaces de conseguir nada menos que hasta un 30% más de autonomía, haciendo además algunas modificaciones sobre el software y su sistema de gestión energética. Es decir, que aunque se puede conseguir un 9% más de autonomía, de media, en cualquier coche eléctrico, la eficiencia que desbloquea este innovador sistema tiene un potencial todavía mayor en según qué modelos de coche eléctrico. Y no supone un incremento de coste, como sí lo implica el instalar una batería de mayor capacidad de almacenamiento energético.
Los motores que usan la mayoría de los coches eléctricos actuales son motores de imanes permanentes, que continúan ejerciendo una fuerza de arrastre sobre la línea de transmisión cuando no se acelera, y no permiten el deslizamiento. Por eso, se opta por que directamente se impliquen en el sistema de frenada regenerativa. Esto es algo en lo que ya se han centrado compañías como General Motors, con sus motores Ultium, o Polestar, con su próxima generación de motores. Y están desarrollando tecnologías que permiten reducir el consumo a baja carga, pero lo de Magna ofrece unos resultados bastante mejores todavía.