La curva de carga en los coche eléctrico es un gráfico que muestra cómo varía la potencia de carga a lo largo del tiempo mientras se carga la batería del vehículo. Es decir, que es una gráfica en la que se relaciona la potencia de carga medida en kW con el tiempo, que puede estar medido en minutos o en horas, por ejemplo. Y se trata de un concepto básico para comprender el comportamiento del proceso de carga y optimizar tanto el tiempo como la eficiencia de recarga.
Cuando se conecta un coche eléctrico a un cargador, el proceso de carga no se mantiene constante durante todo el tiempo en el que se mantiene conectado a la corriente. Esto es común en los sistemas de corriente alterna y continua, y también a todos los tipos de baterías. La potencia de carga, que se mide en kilovatios (kW), suele ser más alta al inicio del proceso y tiende a reducirse a medida que la batería se va llenando. Este comportamiento es el que define la curva de carga.

Las tres fases en la curva de carga de un coche eléctrico
- Fase inicial (Carga rápida): Al comienzo de la carga, considerando que la batería esté más vacía, puede aceptar una mayor cantidad de energía rápidamente. Durante esta fase, la potencia de carga suele estar en su punto máximo. Dependerá, también, del propio cargador.
- Fase de saturación: A medida que la batería se va llenando, la tasa de carga comienza a disminuir. Esto ocurre porque la batería necesita equilibrar la entrada de energía con su capacidad para almacenar energía sin dañarse.
- Fase de finalización: En la última fase, cuando la batería está casi llena, la potencia de carga se reduce de forma significativa. Aquí, el sistema de gestión de la batería limita la velocidad de carga para evitar el sobrecalentamiento y prolongar la vida útil de la batería.

Entre los muchos factores que pueden afectar de forma positiva o negativa a la curva de carga de un coche eléctrico están la capacidad de la batería, el SoC, la tecnología de carga que se utilice o la temperatura ambiental y la propia de la batería. La capacidad suele condicionar la curva de carga porque lo más habitual es que baterías ‘más grandes’ requieran de más tiempo para cargarse por completo; el estado de carga repercute en la curva de carga porque, como te comentaba anteriormente, durante la carga de la batería hay varias fases claramente diferenciadas.
En lo relativo a la tecnología del cargador, hay diferencias clave porque la carga en corriente continua es mucho más veloz que los sistemas de corriente alterna. Ahora bien, los sistemas de carga lenta en corriente alterna suelen mantener una potencia constante durante todo el proceso, sin tantos picos. Y las condiciones de temperatura son también un factor relevante porque todas las baterías funcionan mejor a temperaturas moderadas, viéndose seriamente afectadas tanto por las temperaturas excesivamente frías como excesivamente calurosas.

