A mí me ha parecido especialmente curioso porque, como ya te conté, siempre me compro los coches ‘pelados’ de equipamiento por ciertos motivos de los que ya hablé en detalle. Pero claro, yo no me compro un Bugatti ni nada por el estilo. Y ahora sabemos que quien se compra un Bugatti no solo desembolsa ‘una millonada’ en la compra del propio vehículo, que ya tienen unos precios de base inalcanzables para el común de los mortales, sino que además gasta una auténtica barbaridad en opcionales y extras.
Un dato realmente interesante. Lo ha revelado Mate Rimac, el jefe de Bugatti, en una entrevista con la revista Top Gear. Según las indicaciones del directivo, esta marca que presume de fabricar coches verdaderamente únicos parece que con sus modelos base no satisface la necesidad de exclusividad que buscan sus clientes. Quienes se compran un Bugatti quieren todavía más exclusividad y, explica, gastan de media 500.000 euros más en equipamiento opcional y extras de todo tipo.

Los clientes de Bugatti se gastan 500.000 euros, de media, en extras para su coche
‘Tenemos programas especiales que realizamos con nuestros clientes’, ha asegurado el directivo, explicando además que ‘los coches se personalizan cada vez más’. Ha contado que ‘cada coche es realmente especial’, para lo que desde luego tampoco habría que gastar tanto dinero en equipamiento extra, teniendo en cuenta de qué fabricante estamos hablando. Pero, como te contaba antes, el directivo explica que en estos momentos ‘de media cada cliente gasta medio millón de euros en personalizar su coche’.
Y a todo esto, por cierto, hay que sumarle el hecho de que Bugatti ha estado empujando esa exclusividad de sus modelos haciendo que cada nuevo lanzamiento tenga una producción aún más limitada que el anterior. Solo hay que echar la vista atrás algunos años, hasta el lanzamiento del Bugatti Chiron, del que se fabricaron 500 unidades. El siguiente lanzamiento de la compañía, el Bugatti Veyron, vio su producción reducida hasta tan solo 450 unidades.
Y sí, evidentemente, reducir un 10% la fabricación de unidades es algo que estimula ese marketing de FOMO entre quienes pueden permitirse un coche de este tipo. Con su último lanzamiento, el Bugatti Tourbillon, que es el que ilustra este artículo con varias fotografías, han ido más allá y tan solo se fabricarán 250 unidades. Pero claro, es que una vez que se agota la producción prevista de la que te acabo de hablar, a lo que se dedica Bugatti es a lanzar ediciones limitadas que son todavía más caras.

Bugatti fabrica cada vez menos coches ‘normales’, y más ediciones limitadas de precios más altos
Las estrategia de marketing para los coches deportivos, para los superdeportivos, y para los de superlujo, evidentemente son estrategias de marketing radicalmente distintas a las que utilizan los fabricantes de vehículos ‘de volumen’. De hecho, en el mercado generalista de volumen estamos viendo cómo se apuesta por ofrecer cada vez más equipamiento de serie y, en paralelo, cada vez paquetes más cerrados. Algo que, por otro lado, ayuda a automatizar la producción y ser más eficientes.
En el mercado de los automóviles de gama ‘super alta’ la cosa es distinta porque, efectivamente, se apuesta cada vez más por ediciones limitadas con un volumen de producción muy reducido, y una extrema personalización. Bugatti ha sido capaz de encontrar a esos clientes que gastan de media otro medio millón más que lo que ya cuesta el coche, solo por ponerlo a su gusto. Y cada vez ofrecen más configuraciones y ajustes a este tipo de clientes que, desde luego, no miran el ticket después de pagar.

