El ‘dieselgate’ de Toyota llega a España, bloqueada la venta del Land Cruiser y el Hilux por irregularidades

Toyota ha tenido que suspender la venta de varios modelos en el mercado europeo, tanto de Toyota como de Lexus, después de que se hayan encontrado irregularidades con sus motores diésel que recuerdan al ‘dieselgate’ que protagonizó el Grupo Volkswagen en el año 2015. Este problema afecta, en concreto, a modelos que usan los motores diésel 1GD 2.8, 2G2 2.4 y F33A 3.3; es decir, tanto el Toyota Hilux como el Toyota Land Cruiser (200 y 300) y, en último lugar, el Lexus LX 500d. Según ha indicado un portavoz de Toyota en Europa, el recién lanzado Toyota Land Cruiser 2024 no se ha visto afectado por este bloqueo de la importación que, de momento, no se sabe hasta cuándo se mantendrá activo.

Toyota está convirtiéndose en los últimos meses en protagonista de constantes malas noticias. Empezando por su equivocada estrategia en los últimos años en torno al coche eléctrico, que les ha llevado a renovar su directiva en busca de ideas ‘más actuales’ y acertadas, y continuando por el escándalo de Daihatsu que se mantiene bajo investigación por posible fraude, también, en relación a las emisiones de sus motores térmicos. En lo que respecta al mercado europeo, se ha bloqueado la importación de los modelos anteriormente mencionados y con esos motores diésel, aunque el portavoz de la compañía ha asegurado que las unidades en stock se mantienen a la venta y disponibles para entrega, igual que las unidades que están ya en tránsito.

Toyota bloquea la importación de algunos modelos diésel en Europa por posible fraude, el ‘escándalo Daihatsu’ salpica también a España

Según ha informado Toyota a Reuters, estos motores se han estado utilizando en modelos vendidos desde principios del año 2020, aproximadamente. Y se estima que son 84.000 coches vendidos a través de 10 marcas diferentes en todo el mundo. Esta vez el problema afecta a la certificación de productos de Toyota Industries, que es la que ha fabricado los motores en cuestión. Pero no deja de ser una continuación a los problemas detectados recientemente en pruebas sobre Daihatsu, una marca de Toyota, y Hino Motors.

En un comunicado de prensa oficial, la compañía japonesa ha explicado que el problema tiene que ver con cómo hace Toyota Industries las mediciones relativas a los motores que fabrica. Detallan que durante las pruebas de certificación, el rendimiento de estos motores diésel, medido en CV, se midió utilizando un software para el ECU que no es el que se usa en producción. Es decir, que las pruebas de certificación se llevaron a cabo con un software distinto al que tienen realmente sus coches, en estos motores en concreto, cuando son entregados a sus clientes finales.

Desde Toyota aseguran que esto no ha tenido un impacto en las emisiones, la seguridad o en los valores reales de potencia y par. Sin embargo, reconocen ya que los valores parecían ser más suaves en sus pruebas de certificación por la utilización de este software alternativo, y mostraban menos variaciones. Según las indicaciones de la marca, publicadas de forma oficial, las unidades que ya están en manos de los clientes europeos ‘no se deberían ver afectadas por esta irregularidad’. Las unidades afectadas se fabricaron en Sudáfrica y Tailandia en el caso del Toyota Hilux, mientras que las unidades afectadas del Lexus LX se exportan desde Japón.

Del Toyota Land Cruiser se vendieron 23.988 unidades en el mercado europeo solo durante el año pasado, y del Toyota Hilux fueron cerca de 61.000 unidades durante el mismo ejercicio. El Lexus LX tiene un mercado menor, con 2.795 unidades vendidas en Europa a lo largo del año pasado. Ahora bien, de todas estas unidades no todas contaban con motor diésel de los que se han detectado como afectados por la irregularidad.