Estoy convencido que, aunque haya sido lo mínimo, habrás oído hablar de la reprogramación de la centralita (o ECU) de un vehículo. Y si estás aquí, probablemente sea porque estás pensando hacerlo sobre tu coche, pero te estás preguntando si todo son ventajas -como prometen algunos-, o sí también hay algunas desventajas a tener en cuenta. Y como ocurre con todo en esta vida, sí, la reprogramación de la ECU puede sacarle mayores prestaciones a la mecánica de tu coche, pero también tiene algunos inconvenientes el hecho de reprogramar la centralita
Para entrar en materia, no está de más que tengas unas nociones básicas sobre qué es una reprogramación de centralita. Y sin entrar en detalles demasiado técnicos, es la que se encarga de controlar la inyección de combustible, el tiempo de ignición, la optimización del flujo de aire y un amplio etcétera. Es decir, que la reprogramación de la ECU consiste, a grandes rasgos, en la modificación por software de los parámetros que determinan cómo se comporta la mecánica del vehículo, de ahí que se puedan conseguir interesantes ganancias en las prestaciones del mismo.
Ventajas: potencia, consumo y sin problemas para pasar la ITV
Como seguramente te hayan prometido, sí, la reprogramación de la centralita puede conseguir que el motor de tu vehículo entregue una mayor potencia. Sobre todo en mecánicas turbo, de las que puede extraer hasta un 25% más, frente a un motor atmosférico del que habitualmente se conseguirá ‘sólo’ un 10% más de potencia respecto al origen.
Y como quizá hayas oído decir, sí, también se puede lograr reducir el consumo de combustible, pero sería con una ‘repro’ que haga justo lo contrario, limitar la alimentación del motor de forma ligera. Por otro lado, uno de los puntos positivos de una modificación de este tipo está en que es muy difícilmente detectable por parte de la ITV, y en el extraño caso de que se dieran cuenta, es un proceso reversible sin problema alguno.
Desventajas: fiabilidad, garantía y precio
La clave está en el equilibrio, y la fiabilidad tras una reprogramación de centralita se verá perjudicada, única y exclusivamente, si abusamos de las capacidades de nuestro motor. Es decir, que debemos tener en cuenta las limitaciones particulares de la mecánica porque sino, efectivamente, podemos perder vida útil de una forma muy sencilla.
Y aquí es donde entra en juego otra importante desventaja, y es que perderemos la garantía del fabricante ante cualquier problema de la mecánica si el mismo detecta que se ha llevado a cabo un proyecto de este tipo. Y si te estás preguntando cuánto cuesta reprogramar la centralita, es algo más subjetivo que se trate de una ventaja o desventaja, pero para modelos con motores de tres y cuatro cilindros oscilan entre 200 y 400 euros, mientras que nos iremos hasta los 600 ó 700 euros en el caso de motores más grandes, de cinco y seis cilindros.
Entonces ¿debería reprogramar la centralita?
Evidentemente es algo que debes valorarlo tú mismo, aunque con el consejo de un experto. Al fin y al cabo, reprogramar la centralita no son todo ventajas, y por supuesto conlleva ciertos riesgos para la mecánica y la electrónica de nuestro vehículo que debemos sopesar. Podemos conseguir mejores prestaciones trabajando sobre una mejora de la ECU, pero hay que tener en cuenta la fiabilidad de los componentes mecánicos involucrados.
Si quieres hacer algo así, lo mejor será que contactes con expertos en esta materia, y si es posible con un taller especializado en tu modelo de coche.