La ITV o Inspección Técnica de Vehículos es un requisito imprescindible para todos los vehículos en circulación, y es la que garantiza que nuestros coches cumplen con los requisitos de seguridad mínimos para no suponer un riesgo tanto para su conductor –y ocupantes- como para el resto de usuarios de la vía. Lo que muchos se preguntan, sin embargo, es qué miran en la ITV, para saber qué se debe revisar antes de ir a pasarla.
Las estadísticas dicen que uno de cada cinco vehículos no aprueba la ITV –a la primera-. No llevarla al día supone 200 euros de multa, y llevarla denegada son 500 euros de multa; por lo tanto, seguro que te interesa saber qué miran en la ITV y, a continuación, hacerle la correspondiente revisión a tu vehículo para saber que todo está en orden. Esta revisión es la que se denomina pre-ITV, y consiste en analizar específicamente los puntos que revisan en la ITV.
Se revisan los elementos de seguridad activa y pasiva: cinturones, frenos, neumáticos, suspensión. Y todo lo relativo a la mecánica. En definitiva, es un ‘chequeo’ casi completo, aunque al nivel más básico.
Esto es lo que miran en la ITV: la diferencia entre el ‘aprobado’ y la ITV denegada
Se revisa que la documentación esté en regla, y esto implica presentar la Tarjeta de Inspección Técnica y el Permiso de Circulación del vehículo, que deben tener el número de bastidor del mismo. Y por supuesto, deben comprender cualquier tipo de modificación que afecte a la seguridad del vehículo, o a la carrocería, etcétera. Porque sí, en la ITV también miran la carroceríapara comprobar que no haya golpes o abolladuras que supongan un riesgo, que las puertas se abran y cierren bien, que los paragolpes estén sujetos, las matrículas visibles y legibles, y los retrovisores exteriores en buen estado.
Además, en la ITV miran la iluminación. Se comprueba que faros y pilotos estén en buen estado, y las luces de posición, carretera, antiniebla e intermitentes funcionen de forma correcta, y que la iluminación de larga distancia esté regulada correctamente. Y se revisa también el sistema de freno, tanto los discos como las pastillas de frenos. Su desgaste y su eficacia, controlando la respuesta del pedal de freno. Y también el líquido de frenos, así como el aceite del motor o el líquido refrigerante e incluso el nivel del líquido limpiaparabrisas.
Otro aspecto crucial son los neumáticos. Y de ellos, lo que se mira en la ITV es que tengan un dibujo con una profundidad no inferior a los 1,6 milímetros en todas las ruedas. Y se revisa también que no haya un desgaste anómalo, y que no haya muescas en la banda de rodadura, o que haya problemas en la llanta –roturas-, o que falten tornillos o tuercas. Junto a esto, en la ITV también miran que la suspensión funcione de forma correcta, sin problemas en amortiguadores, rótulas, cojinetes o muelles.
Se analizan también las emisiones del vehículo. Esto quiere decir también que no debe haber manchas negras en los bajos o algún tipo de óxido que comprometa el correcto funcionamiento de la mecánica, incluyendo el sistema de escape. Y por último también se mira en la ITV que los cinturones de seguridad funcionen correctamente, las ventanillas suban y bajen como deben y los anclajes de los asientos no estén deteriorados.
Aprobar la ITV a la primera: la revisión ‘pre-ITV’
La puedes hacer tú mismo, o en el taller, pero una revisión pre-ITV es clave si lo que pretendemos es aprobar la ITV a la primera. Conociendo todos los puntos anteriores, que básicamente son los aspectos que miran en la ITV, todo eso es lo que deberíamos tener en cuenta antes de analizar nuestro vehículo de forma específica para pasar la Inspección Técnica de Vehículos de forma satisfactoria. También puedes seguir unos trucos para sacar la ITV.
Como comentábamos al principio de este artículo, llevar la ITV caducada supone una multa de 200 euros, y en caso de llevarla denegada tendremos que afrontar el pago de 500 euros como sanción económica. Además, la ITV es lo que certifica que nuestro vehículo cumple con los requisitos mínimos de seguridad para circular sin suponer un riesgo. Por lo tanto, es fundamental que pasemos la ITV a nuestro vehículo en las fechas que corresponda, o incluso de forma anticipada para no tener problemas.