Las baterías de sodio llevan algún tiempo sonando porque, como ya sabemos, son mucho más baratas incluso que las actuales basadas en química LFP. Ahora bien, también tienen el inconveniente de que su densidad energética es inferior a la de estas LFP y, por supuesto, bastante inferior a la que ofrece una batería con celdas NCM. La clave es que son las que traerán coches eléctricos mucho más baratos, que es lo que necesita Europa a día de hoy. CATL y BYD, los principales fabricantes mundiales de baterías para coches eléctricos, las tienen listas y ya tenemos fecha de llegada para ellas.
Estas nuevas baterías se sabe a la perfección que son las que van a permitir que lleguen a Europa varios nuevos coches eléctricos mucho más baratos que los que están disponibles a día de hoy. En un vehículo eléctrico la mayor parte del coste de producción corresponde a la propia batería, y las baterías de sodio son incluso más económicas que la LFP. Que, para quien no lo sepa, las baterías LFP son las más económicas que habían estado disponibles hasta la fecha para vehículos eléctricos. Las vamos a empezar a ver en vehículos como el BYD Seagull y otros modelos de la ‘Serie Ocean’; es decir, que podrían llegar al BYD Dolphin o el Atto 3, por ejemplo. Y también en modelos de Chery, que será la primera marca que usará baterías de sodio de CATL.
Las baterías de sodio tienen fecha, prepárate para poder comprar un coche eléctrico mucho más barato que los actuales
Según este informe, tanto CATL como BYD están ya listas para empezar la producción masiva de baterías de sodio a partir del último trimestre de 2023. Y esto quiere decir que desde finales de este mismo año, o comienzos de 2024 como muy tarde, ya vamos a empezar a ver los primeros coches eléctricos con batería de sodio en el mercado. Ahora bien, de momento los modelos previstos son coches eléctricos que se comercializan en China, y quizá a Europa tarden poco más tiempo en llegar.
Estas nuevas baterías de sodio son una alternativa a las baterías NCM y LFP, más económicas porque la materia prima en que se basan es mucho más abundante y económica. Pero es que además es un tipo de batería que sirve para aliviar la dependencia del litio que existe ahora mismo. Por parte de CATL, con su primera generación anunciaron 160 Wh/kg de densidad energética, pero la que se empezará a usar en coches eléctricos es una segunda generación que prevén que alcanzará los 200 Wh/kg. Es algo mucho más cercano a lo que ofrece una batería LFP.
La propia CATL, por cierto, ya avanzó hace un tiempo que estas nuevas baterías de sodio, de nueva generación, van a servir para construir coches eléctricos con hasta 500 km de autonomía. Es decir, que ni siquiera tendrían por qué quedar limitadas a vehículos totalmente urbanos. Y según lo que hemos visto con el BYD Seagull, este tipo de batería abre la puerta a un eléctrico que tan solo cuesta 10.500 euros al cambio directo de divisa y que puede ofrecer una autonomía de 305 kilómetros con unas dimensiones casi idénticas a las de un Dacia Spring. Eso sí, esa autonomía es según el ciclo de homologación CLTC en el que se basan en China.
Las desventajas de las baterías de sodio, frente a las actuales, más allá de la densidad energética, están en una potencia de carga inferior y en un voltaje que también está más limitado. Algo que tampoco supone un problema en coches eléctricos baratos, pequeños y urbanos, que van a contar con baterías de poca capacidad de almacenamiento energético. En el caso del BYD Seagull hablamos de tan solo 30 kWh, algo que tampoco necesita de una extraordinaria potencia en corriente continua para recuperar al menos el 80% de la energía.