El SoC (State of Charge) y el SOH (State of Health) son dos parámetros clave en la gestión y mantenimiento de las baterías de los coches eléctricos. Ambos conceptos son fundamentales para entender el rendimiento y la longevidad de estos vehículos, y permiten a los conductores y técnicos monitorizar y optimizar el uso de las baterías y sus celdas.
El State of Charge (SoC) o Estado de Carga, se refiere al nivel actual de carga de la batería en un coche eléctrico. Es un indicador crucial que muestra la cantidad de energía disponible en la batería en un momento dado, expresada generalmente como un porcentaje del total de su capacidad. Por ejemplo, un SoC del 80% indica que la batería está cargada al 80% de su capacidad total.
Cómo se mide el SoC:
Importancia del SoC:
El State of Health (SOH) o Estado de Salud, mide la condición general de la batería en comparación con su estado cuando era nueva. Es un indicador que ayuda a evaluar la degradación de la batería a lo largo del tiempo y su capacidad para retener y suministrar energía.
Cómo se mide el SOH:
Importancia del SOH:
El SoC y el SOH están interrelacionados en la medida en que ambos afectan la eficiencia y la autonomía de un coche eléctrico. Mientras que el SoC ofrece una instantánea del nivel de energía disponible, el SOH proporciona una visión a largo plazo de la salud y eficiencia de la batería, sin importar de qué tipo sea la batería. Un SOH bajo puede afectar la precisión del SoC, ya que la batería puede no retener la carga de manera efectiva, lo que reduce la autonomía del vehículo y puede llevar a una experiencia de conducción menos predecible.
En resumen, tanto el SoC como el SOH son esenciales para la gestión eficaz de las baterías en los coches eléctricos, que se hace con el BMS. Mientras que el SoC permite a los conductores entender cuánta energía tienen disponible en el momento, el SOH les da una visión del estado general de la batería y su capacidad para mantener esa energía con el tiempo. Ambos parámetros son cruciales para maximizar la vida útil y el rendimiento de las baterías, asegurando que los coches eléctricos funcionen de manera eficiente y fiable.