BYD resolverá sus problemas de eficiencia con un motor de flujo variable

Carlos González

BYD prepara motores eléctricos síncronos de imanes permanentes de flujo variable (VF-PMSM). Una innovadora tecnología que reduce el consumo energético en autopista y a alta velocidad, donde más falla la eficiencia energética de los coches eléctricos de BYD.

BYD prepara motores eléctricos síncronos de imanes permanentes de flujo variable (VF-PMSM). Una innovadora tecnología que reduce el consumo energético en autopista y a alta velocidad, donde más falla la eficiencia energética de los coches eléctricos de BYD.

El mayor problema que sufren los coches eléctricos de BYD frente a los de sus competidores es la eficiencia energética; es decir, su consumo es excesivo en relación al de un Tesla equivalente, por ejemplo. Pero la compañía china parece ser plenamente consciente de ello porque están trabajando en nuevos motores eléctricos de flujo variable que buscan cambiar precisamente eso. Ya han presentado varias patentes para avanzar en esta tecnología.

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El Tesla Model 3 Premium RWD tiene un consumo WLTP de 13,6 kWh/100 km; y el BYD Seal equivalente en la gama registra 16,6 kWh/100 km de consumo homologado. Es una clara demostración de que los modelos de BYD gastan más de lo que deberían, y es un mal bien conocido por sus propietarios. Pero esta tecnología VF-PMSM es lo que pretende resolver con varias tecnologías innovadoras.

Un motor eléctrico síncrono de imanes permanentes, pero de flujo variable

Un motor eléctrico PMSM es un motor síncrono de imanes permanentes, que es lo que utiliza cualquier coche eléctrico actual. La tecnología de BYD es VF-PMSM y añade las siglas VF en referencia al flujo variable. La compañía china solicitó estas patentes en mayo de 2024, pero las ha publicado ahora la Administración Nacional de la Propiedad Intelectual China, lo que significa que esta tecnología debería estar bastante avanzada después de algo más de un año.

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Son cuatro expedientes en los que se describen los mecanismos clave para poder ajustar el flujo magnético del rotor del motor eléctrico para conseguir una mayor eficiencia en un amplio rango de velocidades de funcionamiento. En concreto son los expedientes CN121055622A, CN121055630A, CN121055623A y CN121055631A y, efectivamente, describen un sistema de componentes móviles, o controlables, que forman parte del rotor o del circuito magnético.

Una evolución de los actuales motores eléctricos

Los motores síncronos de imanes permanentes que se usan a día de hoy tienen un flujo de rotor fijo, y esto hace que a bajas velocidades ofrezcan un elevado par; sin embargo, la eficiencia es baja a alta velocidad por las fuerzas contramotrices. Y un motor VF-PMSM como el que prepara BYD regula el flujo de forma dinámica para que la eficiencia sea elevada tanto a baja velocidad como a altas velocidades. Así se logra una entrega de par más constante y se reducen las pérdidas energéticas.

¿Qué describen las patentes?

  • CN121055622A describe un componente de ajuste de flujo magnético integrado en un motor eléctrico y su sistema de accionamiento.
  • CN121055630A describe un componente de regulación magnética móvil respecto al rotor para ampliar las zonas de funcionamiento de alta eficiencia.
  • CN121055623A introduce un conjunto de ajuste axial que modifica el flujo magnético del rotor a lo largo de su eje.
  • CN121055631A presenta una configuración en la que puede ajustarse el área radial de una parte conductora magnética, permitiendo un ajuste fino del flujo interno.

No son las únicas patentes que ha presentado BYD alrededor de esta tecnología. Durante este año 2025 se han presentado algunas otras patentes relacionadas que describen estructuras de motores eléctricos y sistemas de propulsión. Nuevos diseños de hardware del rotor y el estátor, componentes de gestión del flujo magnético y otros.

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¿Cuándo llegará esto, y en qué afecta exactamente?

Son patentes presentadas y publicadas, pero no sabemos en qué estado de desarrollo está la tecnología final, ni cuándo plantea BYD que esto llegue a sus vehículos eléctricos. Pero habiéndose presentado hace más de un año, deberían tenerlo ya bastante avanzado.

Lo que implica es un mayor nivel de eficiencia energética y por tanto un menor consumo de sus vehículos, especialmente en carretera y autopista. Es decir, también la posibilidad de utilizar baterías de menor capacidad de almacenamiento energético logrando la misma autonomía. Y esto último se traduciría en menores costes de producción y margen, por tanto, para ser más competitivos en el mercado.

También se traduce en motores que se calientan menos, luego con una vida útil más amplia y una mayor fiabilidad. Son todo ventajas técnicas que, eso sí, se puede también complementar con optimizaciones a nivel de software y, por supuesto, mejoras en la aerodinámica. Porque la eficiencia energética de un coche eléctrico no depende tan solo de la eficiencia de su motor.

Carlos González