Los coches eléctricos también usan una batería de 12 V de plomo-ácido. La necesitan por seguridad, para alimentar todos los sistemas eléctricos auxiliares. El climatizador, las luces de emergencia, los limpiaparabrisas y otros elementos clave para el vehículo y sus ocupantes.
Los coches eléctricos también usan una batería de 12 V de plomo-ácido. La necesitan por seguridad, para alimentar todos los sistemas eléctricos auxiliares. El climatizador, las luces de emergencia, los limpiaparabrisas y otros elementos clave para el vehículo y sus ocupantes.
Las baterías de 12 V estaban con nosotros también en los coches térmicos, para alimentar todos los sistemas eléctricos auxiliares del vehículo. Es decir, tanto las luces delanteras y traseras como la radio, los elevalunas, los airbag, el ABS y un largo etcétera. Y sí, los coches eléctricos usan una gran batería de litio de 300 a 800 V, pero siguen usando también esa batería de 12 V.
Hay varias razones prácticas y de seguridad. Un motivo es la herencia, y es que todos estos sistemas eléctricos auxiliares del coche –radio, limpiaparabrisas, cierre centralizado, dirección asistida, etc- se diseñaron décadas atrás para funcionar a 12 V. Pero es que además mantener ese estándar permite que se utilicen componentes baratos, ya probados y fiables, en lugar de tener que rediseñar todo el ecosistema del coche para funcionar a alto voltaje.
La seguridad es el principal motivo. Y es que los sistemas de alto voltaje de un coche eléctrico, que funcionan a entre 300 y 800 V en la mayoría de ellos, no pueden estar activos de forma permanente porque implicaría ciertos riesgos. El vehículo eléctrico también necesita una fuente de energía segura, y de alto voltaje, para poder manejar los relés de corte de alta tensión y para poder arrancar el sistema principal.
Todo lo anterior lo cumple, precisamente, la batería de 12 V. Si la batería de alto voltaje se desconectase por una avería, o por un accidente, por ejemplo, la batería de 12 V seguiría alimentando los sistemas críticos del vehículo. Es decir, sistemas como la alarma, la iluminación de emergencia, las cerraduras o el sistema de llamada de emergencia (eCall). Así el coche nunca podría quedarse ‘muerto del todo’, ni agotándose la batería principal.
Esto permite que, por ejemplo, en caso de que pudieras quedarte tirado con tu coche eléctrico en la autopista, porque se haya agotado la batería por completo, puedas mantener elementos clave como la climatización o las luces de emergencia. Es decir, que mantener una ‘batería auxiliar’ de bajo voltaje, para los sistemas auxiliares del vehículo, sigue siendo un aspecto crítico en términos de seguridad. Tanto para el vehículo como para sus ocupantes.
Eso sí, mientras que en los coches de combustión la batería de 12 V se carga con un alternador, en los vehículos eléctricos de lo que se sirve es de un convertidor DC-DC. Este componente baja el voltaje de la batería principal, que trabaja con alta tensión, a esos 12 V de la batería auxiliar.
Poco a poco, algunos coches eléctricos están sustituyendo esta batería de 12 V, que siempre han sido de plomo-ácido, por nuevas baterías auxiliares de 12 V pero de litio. En los casos en los que se están usando estas nuevas baterías, más seguras y duraderas, se está optando por baterías LFP de 12 V.