La archiconocida compañía de Mountain View, Google, tiene en su hoja de ruta un proyecto interesante, su coche inteligente. Hablamos de un vehículo con autonomía, en tanto que es capaz de conducir según sistemas de inteligencia artificial y todo tipo de sensores. Pues bien, el problema de estos coches inteligentes es, simplemente, que no son tan inteligentes.
Estos coches autónomos, como el de Google, utilizan sensores lidar para detectar obstáculos. Evidentemente, estos obstáculos pueden ser peatones, otros vehículos o, simplemente, algo que no debería estar ocupando la vía. Hablamos de una tecnología que cuesta miles de dólares y que se puede burlar con algo tan común, económico y estúpido como es un puntero láser. Explica la investigación que «se puede crear un coche fantasma, un peatón o una bicicleta».
A grandes rasgos, un simple puntero láser puede engañar a los sensores de un coche autónomo para que se detecten obstáculos inexistentes. En combinación con este puntero láser, explican, es necesario un generador de pulsos, o bien una placa Arduino / Raspberry Pi, que están disponibles en el mercado desde sólo 20 dólares. Por lo tanto, no es un problema de seguridad que quede lejos del alcance de cualquiera, ni mucho menos, sino que cualquiera podría engañarle al coche de Google, por lo que es evidente que está muy lejos de salir a la calle.
Y al mismo tiempo que se ha detectado esta importante vulnerabilidad de los sistemas montados en coches autónomos o coches inteligentes, ya sabemos que existen otros muchos problemas de seguridad. Mientras tanto, Google sigue probando su coche autónomo en un circuito que imita la vida real en la vía. La cuestión es si realmente está preparado para saltar a las calles, y por el momento parece más que evidente que no, y que tendrán que pasar años para que el proyecto de la firma americana se convierta en una realidad viable.