Si estás puesto en la actualidad del motor, sobra decirte que los faros Full LED llevan tiempo imponiéndose sobre los clásicos halógenos. Y no solo para las ópticas delanteras, sino también para los pilotos de los nuevos modelos. Ahora bien ¿puedo poner LEDs en un coche que traía halógenos? La respuesta es sí, y a partir de ahí se abre una interesante comparativa, pero también otras cuestiones que debes saber…
Una bombilla LED tiene una mayor intensidad de luz –medida en lúmenes- que un faro halógeno, además de que la temperatura del color es más fría. Es decir, que mientras que un halógeno tiende a amarillo –que es un color cálido-, un LED tiende a ofrecer una luz más azul –más fría-. Pero estas son solo las ventajas si enfrentamos LED vs halógeno, pero hay también algunos contratiempos que debemos conocer.
Los LED son mejores que los halógenos, pero…
Son ilegales. O más bien, requieren homologación para poder circular con la vía pública con bombillas LED, en lugar de las halógenas de serie, en el caso de vehículos que las montasen de fábrica. Así que, aunque un par de bombillas LED pueden salirte por apenas 25 euros, con una calidad extraordinariamente superior a la del halógeno, no puedes comprarlas, montarlas y listo.
¿Por qué? Porque se tienen que comprobar aspectos importantes como la dirección y alcance del haz de luz, para evitar deslumbramientos, entre otras cosas.
Además de esto anterior, ten en cuenta también que las bombillas LED van refrigeradas, con un ‘ventilador’ en la parte posterior que quizá no quema en el hueco de tu faro. Hay que revisar antes las dimensiones del faro de tu vehículo, y las de la bombilla LED, para ver si hay hueco suficiente para esta instalación.
Como alternativa, las Philips WhiteVision por 18 euros son bombillas halógenas de buena intensidad y, sobre todo, con un color más blanco –frío– que un halógeno convencional. Estas sí están homologadas, así que puedes montarlas y circular con ellas sin problema alguno.