Algunas semanas atrás tuvimos la oportunidad de hacer una prueba del Tesla Model 3. De tan solo unas horas, pero suficientes para saber cómo se comporta el pequeño de los eléctricos de Elon Musk. Y para ver sus grandes diferencias con respecto al Model S, o frente al Model X.
El Tesla Model 3 es la ‘berlina pequeña’ de la marca americana, el ‘hermano pequeño’ del Tesla Model S. Pero lo cierto es que no sigue su línea de diseño, sino un nuevo lenguaje que compartirá con el Model Y. Y tampoco es igual en su interior, donde llama la atención que la pantalla ahora sea de orientación horizontal, y se haya prescindido del cuadro de instrumentos digital del resto de modelos.
Un interior más sobrio y sencillo, además de simple
Olvídate de mirar al velocímetro, o al indicador de batería restante y de los intermitentes –entre otros- tras el volante, porque todos estos elementos han quedado desplazados a la pantalla central. No es cómodo. O al menos, no tanto, y menos al principio. La curva de adaptación a este nuevo formato es algo compleja, aunque acabas por acostumbrarte. La mejor opción, sin duda, habría sido un Head Up Display que proyectase la información crítica en el cristal delantero.
Aún así, Tesla ha sabido resolver con buen gusto el diseño interior, y con buenas calidades en casi cualquier zona. El aspecto es agradable y la calidad de los materiales buena, tanto a la vista como al tacto. Los encajes de todas las piezas, al nivel que se espera.
Misma tecnología, pero mecánica mejorada
El Tesla Model 3, solo por su tamaño más compacto y su peso más reducido, ya debería tener un mejor comportamiento dinámico que los Model S y Model X. Y así es. La suspensión trabaja de buena forma filtrando las irregularidades del pavimento, y eliminando ruidos a pesar de que no hay ruido de motor o de transmisión. Solo el sonido del viento pasando por la carrocería de forma suave, y el que emiten las ruedas en el contacto con el suelo.
En la conducción, el Tesla Model 3 se siente estable y ágil. Pero lo cierto es que la dirección no es demasiado comunicativa. Algo de lo que también pecan tanto el Model S como el Model X. Y con ellos comparte que, por tener las baterías conformando el suelo del propio vehículo, el ‘aplomo’ es destacable frente a modelos de combustión a los que se les plantea como rival.
Prueba del Tesla Model 3 en vídeo
Pero todo esto y más lo comentamos en la prueba en vídeo del Tesla Model 3, que la tienes en el encabezado de este artículo. Te recomendamos que la veas al completo y que, si te gustan las pruebas de coches, te suscribas a nuestro canal.