Cerrando el pasado año teníamos una prueba con el Opel Adam 1.0 Turbo y ya nos resultó divertido con sus 115 CV de potencia, pero esta vez nos hemos sentado en el Opel Adam S y su carta de presentación son 150 CV con un motor de 1.4 litros de cilindrada, y de nuevo con turbo. ¿Sólo cambia eso? Ni mucho menos, porque este con el apellido S, claramente de ‘Sport’, es mucho más agresivo en estética y comportamiento.
En el exterior del pequeño de Opel, con carrocería bitono, llamaría la atención esta configuración en dos colores de no ser porque el resto de versiones también juegan con ello. Pero lo que sí tiene este es un paragolpes más deportivo con la banda central de la parrilla en fibra de carbono. Eso en la parte delantera, mientras que en el lateral encontramos sus imponentes llantas de aleación de 18 pulgadas, así como unos faldones laterales más marcados. También en la trasera hay un gigantesco alerón en el mismo color del techo, rojo en este caso, y un paragolpes de formas más llamativas y con la parte inferior en color negro Una configuración estética, en cualquier caso, bastante más llamativa y con carácter, mostrando a simple vista que estamos en la versión y acabado más deportivos.
En el interior, sin lugar a dudas lo primero que llama la atención son los asientos deportivos Recaro. Y merecen especial mención, porque a pesar de ser rígidos, están forrados en piel y es sorprendente cómo han sido diseñados para, además, cuidar en la medida de lo posible en confort. En la medida de lo posible, porque están planteados para cumplir con una magnífica sujeción lateral tanto en la zona más alta de la espalda como en el lumbar, y manteniendo también las piernas siempre en la posición correcta. Y vienen forrados en cuero, como la palanca de cambios, el volante o zonas clave de los paneles laterales de la puerta, con costuras blancas. El resto de componentes de cuero, sin embargo, llevan las costuras en rojo y a juego con la parte baja del volante, los paneles laterales y la zona central del salpicadero. En definitiva, un interior deportivo diseñado con excelente gusto.
Como explicábamos en el vídeo del interior en 360 grados, llama la atención también que en el panel de instrumentación Opel ha mantenido el relojero analógico con dos esferas y fondo en fibra de carbono, con la zona central protagonizada por una pantalla TFT con el ordenador de a bordo. En la consola central, la pantalla táctil de 7 pulgadas es protagonista, con otro conjunto de esferas para el climatizador automático justo debajo. En cualquier zona encontramos buenos tactos y una construcción sólida, lo que sin duda es un punto a favor, y más aún sumando los detalles de buen gusto como los pedales de aluminio, característicos de esta versión deportiva.
Es una lástima, sin embargo, que el equipo de sonido no acompañe a lo juvenil que es este utilitario depotivo. No es que sea especialmente criticable, pero sí es cierto que, teniendo en cuenta al público al que está enfocado, probablemente eche de menos un sonido más rico en las frecuencias medias y subgraves, además de que las formas de su habitáculo son muy correctas para lograr un sonido de mayor calidad.
En la parte posterior, como en el resto de versiones, únicamente dos asientos con una zona central muy marcada como separación, y asientos individualizados con laterales de forma envolvente para que en las plazas traseras se acepten también ritmos rápidos sin moverse del asiento, aunque es evidente que el espacio es muy reducido, tanto en la distancia para las rodillas como para la altura al techo.
Poco más o menos nos encontramos en un pequeño maletero con 170 litros de capacidad que, aunque prácticamente testimonial, es más que suficiente para el equipaje de dos personas. Porque, como ya comentábamos en la revisión del interior en vídeo, evidentemente está planteado para circular en él sólo dos personas en la mayor parte de los casos, aunque eso no quiere decir que no cuente, por ejemplo, con anclajes ISOFIX.
Pasando al motor del Opel Adam S, como adelantábamos estamos en este caso ante un 1.4 litros Turbo, un ECOTEC con una entrega de par muy lineal y progresiva que, eso sí, deja notar todo su carácter desde la zona media del cuenta vueltas. Es desde las 3.500 rpm, aproximadamente, donde este 1.4 Turbo que desarrolla 220 Nm como par máximo se nota especialmente ágil. Sin duda uno de los puntos clave, en la respuesta del motor, es que sólo tenemos que empujar 1.178 kg, gracias a lo cual la aceleración de 0 a 100 km/h se resuelve en cuestión de 8,5 segundos.
Pero el punto, o más bien puntazo que se lleva este motor a su favor son los consumos. A pesar de ser ágil, muy ágil, se puede mantener perfectamente en torno a los 6,7 l/100 km en recorridos combinados, mientras que en trayectos urbanos sí es verdad que, a un ritmo normal, probablemente estemos en torno a los 8,3 l/100 km que es lo que hemos hecho nosotros. Ahora bien, no podemos olvidar que tienen un depósito de sólo 35 litros, luego dándole caña podemos olvidarnos de una autonomía demasiado generosa.
Y llega la hora de ponerse al volante y comprobar el comportamiento dinámico del Opel Adam S. Aquí teníamos las expectativas muy altas, sinceramente, porque el Slam 1.0 Turbo ya demostró tener un ajuste de chasis muy válido para ritmos generosos, a la par que apto para uso urbano. Es evidente que no es el mejor urbano, y hay utilitarios mucho más ágiles que el en ciudad, y que además tienen consumos más bajos. Pero este pequeño y deportivo Adam está planteado para eso –y sirve perfectamente-, pero también para escapadas en las que busquemos disfrutar de la carretera y su conducción.
El Opel Adam S tiene un chasis sorprendente, con una suspensión notablemente rígida que soporta sin miramientos la conducción deportiva y una dirección muy comunicativa. Como comentábamos anteriormente el motor se desenvuelve con más brío desde la parte media del cuenta vueltas en adelante, y tanto la configuración de dirección como de suspensión permiten un paso por curva rápido sin comportamientos extraños de ningún tipo y dejando el subviraje para el extremo. Es decir, que es muy raro que no entre por donde le pedimos, y si conseguimos que así ocurra será porque no hemos entrado bien en curva, o más bien bastante pasados.
En conclusión, el Opel Adam S es un producto muy sólido y convincente. Es versátil en tanto que nos permite perfectamente un uso cotidiano como utilitario, aunque con otros rivales con ventajes evidentes en este terreno, y sin duda ofrece lo mejor de sí como pequeñísimo deportivo. Un modelo extremadamente deportivo que se disfruta en escapadas por carreteras secundarias, que no consume demasiado en trayectos de viaje, y que realmente sorprende por sus aptitudes dinámicas.
Ya lo comentábamos, que la configuración de su chasis permite rodar rápido, incluso más de lo que da de sí el generoso motor de 1.4 litros de inyección directa y turbo alimentado, que lamentablemente no viene acompañado de un escape demasiado provocador, pero que nos deja disfrutar de una conducción rápida agarrándose como una lapa al asfalto.