
A quienes están todavía planteándose la posibilidad de cambiar a un coche eléctrico les preocupa, y es normal, cómo va a envejecer su sistema eléctrico. Es decir, después de varios años y kilómetros de uso, cuánta capacidad de batería conservará el vehículo. Y a medida que la adopción crece, y más personas tienen coches eléctricos, vamos teniendo más información al respecto. Pues bien, el caso de este Volkswagen ID.3 es un ejemplo de degradación preocupante, porque solo ha recorrido 48.000 kilómetros y ya han sido suficientes para perder un 10% de la autonomía máxima que ofrecía el modelo de origen.
La información proviene de Bjorn Nyland, un reputado youtuber que hace análisis en profundidad de coches eléctricos. El caso es que lleva dos años con un Volkswagen ID.3, y en este tiempo ha hecho 48.000 kilómetros en total. Según los datos que hemos podido ver en otras marcas y modelos, con este uso la degradación debería ser mínima, prácticamente imperceptible. Sin embargo, parece que a Volkswagen se le acumulan los problemas últimamente, y especialmente sobre el Volkswagen ID.3, porque la pérdida de autonomía ha sido enorme en base a lo que demuestra este creador de contenido.
Estamos hablando de una unidad con 62 kWh de capacidad de almacenamiento energético, aunque la capacidad útil es realmente de 58 kWh. El caso es que, tal y como explica el youtuber, después de haber recorrido 254 km bajo las frías temperaturas de Noruega, y cargando en un Supercharger de Tesla, hizo los cálculos sobre cómo la degradación le ha afectado. En ese momento muestra un consumo de 19,6 kWh/100 km de media, que en realidad no es un dato demasiado malo si se tienen en cuenta las condiciones del clima de allí. Ahora bien, tampoco es nada de lo que sacar pecho.
Los cálculos del youtuber demuestran que la capacidad útil después de 48.000 kilómetros y dos años se ha quedado en 52,1 kWh que tiene disponibles a día de hoy. Y hay algunas discrepancias llamativas, porque efectivamente Volkswagen declara 58 kWh de capacidad útil cuando el coche sale de fábrica. Sin embargo, el propio youtuber pudo comprobar que originalmente tenía 55,6 kWh de capacidad de almacenamiento energético útil. Es decir, que estaríamos hablando de una pérdida del 10,1% de autonomía frente a la original declarada por Volkswagen y un 6,3% frente a la capacidad original analizada por Bjorn Nyland.
Para que nos hagamos una idea, en un Tesla Model 3 Performance en el que llevó a cabo una prueba idéntica de degradación, aunque después de 62.000 kilómetros, el mismo creador de contenido pudo detectar una degradación del 5,3% de la capacidad de la batería. Y en el caso de un BMW i3 2019, con tecnología bastante más obsoleta que la de un Volkswagen ID.3, después de 152.000 kilómetros registrados comprobó una pérdida de solo el 1,6% de la capacidad original de la batería. Cifras muy distintas a las que ha podido comprobar en el Volkwagen ID.3.
También está el ejemplo del Mercedes-Benz EQC que durante dos años estuvo probando el youtuber, y con el que perdió un 8,4% de la batería después de haber recorrido más de 233.000 kilómetros. Es decir, que se puede ver fácilmente que las tasas de degradación y pérdida de autonomía son muy dispares entre unos coches eléctricos y otros. Y sabemos bien que las baterías NCM se degradan más que las baterías con celdas LFP, pero es que además también hay componentes electrónicos como el inversor de corriente o el BMS que juegan un papel crítico en este ‘envejecimiento’. Y por supuesto, la climatización de la batería también tiene una relación muy relevante.