Para muchos, Toyota es la mejor marca del mundo porque es –junto a Lexus, que también es suya- la marca con más fiabilidad a nivel mundial. Y también es la marca que más coches vende a nivel global. Sin embargo, desde otro punto de vista es la peor marca del mundo. Esta es la consideración que le da el informe anual de InfluenceMap, que se basa en ciertos criterios clave relacionados con el cambio climático. No, no es la primera vez que la firma japonesa ocupa el peor puesto en este ranking.
El ranking de InfluenceMap tiene en cuenta no solo los planes de las maras en torno al coche eléctrico, sino también en qué medida los fabricantes toman medidas para impedir que se lleven a cabo políticas contra la contaminación. Y es que, aunque habrá quien no lo sepa, los fabricantes de automóviles forman parte, algunos de ellos, de asociaciones que ejercen presión en contra de este tipo de políticas. Eso es algo que InfluenceMap tiene en cuenta, además de los informes a favor o en contra que hayan podido presentar respecto a ciertos objetivos en torno a la política climática, sus planes propios y su futuro en torno a la fabricación de vehículos.
¿Qué problema hay con Toyota? Su apuesta por el coche eléctrico es mucho más tibia que la de sus rivales
Así que InfluenceMap hace un desglose en apartados como ‘puntuación de la organización’, en base a la presión que ejerce la propia compañía; ‘puntuación de la relación’ según la participación en organizaciones comerciales y cómo de positivos o negativos son sus esfuerzos, los planes de fabricación de coches eléctricos y también la ‘intensidad del compromiso’. Esto último, en relación a cómo de involucrado está el fabricante de automóviles en la transición hacia el coche eléctrico y políticas frente al cambio climático.
Las marcas japonesas son las peores, y no es de extrañar porque son las que menos han apostado por el coche eléctrico y lo han hecho más tarde. Fabricantes como Ford, Volkswagen y Mercedes han recibido valoraciones positivas por algunas de sus medidas, pero realmente ninguna de estas marcas ha tenido una calificación positiva como resultado. Tesla es una de las mejores marcas según este ranking, apoyando políticas climáticas positivas y formando parte de grupos que impulsan políticas climáticas positivas. Sin embargo, no ejercen tanta presión como otros fabricantes.
Casi todos los fabricantes de automóviles reciben malas puntuaciones en relación a sus planes de producción. De 15 marcas analizadas, sólo 3 tienen compromisos compatibles con el objetivo de la Agencia Internacional de Energía, que apunta a un 66% de coches totalmente eléctricos en 2030. Y es que, según las indicaciones de la AIE, este porcentaje es crítico para que exista alguna posibilidad de limitar el cambio climático a 1,5 ºC. Ahora mismo, los pronósticos apuntan a que la industria producirá sólo un 53% de eléctricos en 2030 si se mantiene el ritmo actual.
Y es verdad que Toyota no es quien recibe la peor valoración, sino que en este ranking Honda y Suzuki tienen una consideración todavía peor. El punto clave está en que Toyota tiene una influencia mucho mayor. Y como te comentaba al principio, en realidad ya se ha convertido en algo habitual ver a la marca japonesa en el peor puesto de esta clasificación. Ni siquiera el cambio de su directiva ha supuesto –por el momento- ningún cambio realmente significativo en su posición frente al coche eléctrico. Aunque también es verdad que ahora marcas como Stellantis, Ford o Mercedes-Benz han reducido sus objetivos en la transición hacia el coche eléctrico por la reducción de la demanda a nivel global.