Seas o no aficionado al Campeonato del Mundo de Velocidad de MotoGP, lo más probable es que te hayas enterado de toda la «bronca» que ha salpicado las dos últimas carreras del campeonato, que se ha saldado con la coronación de Jorge Lorenzo como Campeón del Mundo por tercera vez en la categoría reina.
En estas líneas quiero contar cómo he vivido estas últimas semanas de competición, primero hablando de los hechos en sí, y después dando una opinión personal del tema. Antes de empezar, quiero decir que me he considerado Rossista hasta donde me alcanza la memoria, y si, lo digo en pasado. He disfrutado todas y cada una de sus victorias, cuando se marchó de Honda, sabía de sobra que no iba a tener problema en hacer a Yamaha campeona, no me ha gustado verle en posiciones que no merecía cuando se fue a Ducati, pero, mucho menos me ha gustado lo que ha pasado estos días.
Por esto, si no quieres volver a recordar los hechos, te recomiendo que pases directamente a la parte donde digo lo que pienso, puede que te sientas identificado.
Los hechos: Rossi en la previa de Malasia lo cambió todo
Desde la rueda de prensa del Gran Premio de Malasia, hasta hace escasas horas en Valencia. En esa rueda de prensa, Valentino Rossi no dudó en atacar a Marc Márquez, asegurando que le había perjudicado en su lucha por el Mundial en la carrera anterior.
Recordemos que la carrera de Australia fue una de las mejores de esta temporada en lo que a espectáculo se refiere, y que en esa misma carrera fue en la que el piloto de HRC adelantó a Jorge Lorenzo en la última vuelta, haciendo que el Mallorquín le recortase menos puntos a Rossi. En este caso, puede que Rossi hubiera tenido más motivo para enfadarse con su compatriota Andrea Iannone, que fue el que le arrebató el tercer cajón del podio y le hizo perder aún más puntos.
Aun así, en esa carrera nadie vio nada raro, los cuatro pilotos rodaban en cabeza adelantándose continuamente, ofreciendo un gran espectáculo para todos los aficionados. Aunque el espectáculo, lamentable, eso si, vendría a partir del Gran Premio de Sepang, en Malasia.
Márquez y Rossi peleaban por el tercer puesto, hasta que todos sabemos lo que pasó. Sobre esta carrera hay división de opiniones, por un lado encontramos quienes aseguran que Márquez rodaba más lento a propósito para perjudicar a Rossi, cuando, curiosamente, tras la caída (caída forzada) de Márquez, los tiempos de Rossi por vuelta empeoraron. Otros afirman que es lícito pelear al máximo por un tercer puesto. Evidentemente, contra esta última afirmación no creo que nadie ponga ninguna objeción, y respecto a lo otro, la realidad es que nunca podremos saberlo con seguridad.
Solo quien está subido a la moto sabe qué sensaciones tiene y cómo se encuentra curva tras curva. También podría haberle tocado un neumático defectuoso, o tener cualquier problema, y al cabo de unas vueltas Rossi se habría terminado marchando y afianzando en la tercera posición.
Tras la acción, se sancionó a Valentino tres puntos del carnet de piloto, por lo que debería salir desde la última posición en Valencia. Y tanto él como los medios italianos, ya se habían encargado de hacer sonar que existía un pacto entre los pilotos españoles para que Lorenzo se hiciera con la victoria en Valencia y ganase el título. El propio Jorge Lorenzo y Marc Márquez desmintieron estas graves acusaciones.
No creo que existiera dicho pacto, pero lo que si que todos pudimos ver es que, pese a la magnífica remontada que protagonizó Rossi el domingo, los adelantamientos a los pilotos italianos le resultaban visiblemente fáciles, con especial mención al efectuado sobre Petrucci, al que le faltó salirse a la grava.
Rossi acabó la carrera en cuarta posición, y al ganar Lorenzo, éste se hacía con su tercer título de MotoGP (con ese resultado de Rossi, a Lorenzo le habría bastado ser segundo). Pero ahí no acabó todo, y Rossi y su círculo comenzaron a acusar a los pilotos de HRC, Márquez y Pedrosa, de no haber ido al máximo a por Jorge Lorenzo y de haberle regalado el Mundial.
Opinión sobre todo esto:
Ya he dicho antes que siempre he sido fan de Valentino Rossi, pero que estos últimos acontecimientos habían cambiado mi opinión sobre el piloto italiano. De entrada me sonaron muy raras sus declaraciones sobre Márquez, ya que parecía que entre ellos había muy buena relación, incluso el piloto de Cervera fue invitado al rancho de Rossi en Italia con otros pilotos.
Como fan de Rossi, me hacía especial ilusión que ganase su décimo Mundial este año, me parecía que lo había sabido pelear muy bien, y pese a no ser el primer piloto ni el segundo en el número de victorias, había mantenido una regularidad que lo situaban en lo más alto de la clasificación. Por eso el incidente de Malasia me dejó en shock, pese a verlo una y otra vez no podía creerme esa reacción del piloto al que más admiraba (si no hubo patada, que para mi si la hubo, tuvo la intención de darla y sacar de pista a otro piloto).
Lo primero que pensé fue «¿Pero qué has hecho Vale?» Mi reacción y posiblemente la de muchos aficionados no fue la de enfadarse, y quienes son aficionados y de verdad quieren a las motos, tampoco se alegraron. No, muchos lo que sentimos en ese momento fue una profunda decepción, ver como un ídolo, un piloto que se ha mantenido en la élite durante años y años, ganando todo lo que se proponía, manchaba su imagen con tinta imborrable cuando estaba a unos pocos pasos de hacer aún más grande su leyenda.
Y además, todo esto, junto con las declaraciones y la prensa, ha traído una corriente de supuestos «aficionados» que abuchean e insultan a otros pilotos por no ser el que ellos apoyan, como si en lugar de carreras de motos, estuviéramos ante un partido de fútbol.
Los aficionados a las motos, queríamos dejar a un lado lo ocurrido en Malasia y los supuestos complots para decidir el Mundial, y disfrutar de un buen fin de semana de carreras en Cheste. Eso queríamos. Y de hecho lo seguimos queriendo, que se terminen ya las declaraciones en una y otra dirección, que se deje en paz a los pilotos cuando están en sus casas, que las televisiones les dejen su espacio y no quieran aprovechar para tener más audiencia, que no se pite a ninguno de los que se sube a una moto a jugársela a 300 km/h, desde el primero hasta el último.
Sólo espero que se calmen los ánimos y que todos los pilotos que están envueltos o se han visto envueltos en toda está polémica hagan borrón y cuenta nueva de cara a la próxima temporada. No me gustaría que se recordase todo lo que hemos vivido estas fechas cuando nos acerquemos al inicio de la nueva temporada, en la que espero que podamos disfrutar de muchos adelantamientos de esos que hacen que te pongas de pie.
Queremos carreras. Queremos motos.
Imágenes: MotoGP.com