Recién estrenado el Range Rover Velar, la opción intermedia entre el Evoque y el Sport parece que ha convencido con su planteamiento de SUV premium y con una línea algo deportiva. Ahora bien, si de verdad buscásemos algo deportivo pensaríamos en un Range Rover Velar SVR –que es viable-, y puestos a soñar pediríamos que fuera descapotable. ¿Qué te parecería a ti un Range Rover Velar Cabrio? Pues tampoco es una locura.
Antes que nada hay que avisar de que es una recreación, un diseño conceptual hecho por X-Tomi que, por el momento, no tenemos referencia alguna de que vaya a llegar al mercado. Ahora bien, como antecedente tenemos el Evoque Convertible, que sí se materializó aunque como edición limitada por su producción, y con un precio de inicio de 54.000 euros. Por lo tanto, tampoco es una completa locura pensar en un Range Rover Velar Convertible, como propone el diseñador.
X-Tomi se ha encargado de crear por ordenador una recreación del Range Rover Velar Convertible, que no se sabe si llegará en algún momento, pero como precedente tiene al Evoque Convertible.
Range Rover Evoque Convertible ¿hay algo mejor que un SUV, y un descapotable juntos?
El Evoque Convertible demostró que sí, que el éxito de los SUV se puede sumar a lo ‘sexy’ de los descapotables y conseguir un producto de relevancia incluso en un mercado al que difícilmente puede acceder cualquiera, sencillamente por el precio. Ahora bien, la demanda está ahí y las ventas del Evoque Convertible –a pesar de su limitada producción- lo demostraron. Así que ¿por qué no un Range Rover Velar Convertible?
Los modelos descapotables requieren de un intenso trabajo sobre el chasis y su rigidez. Esto implica más costes –también de producción-, y no siempre interesa afrontarlos por la reducida demanda.
Pues si no llega nunca a materializarse un Velar Cabrio, una versión descapotable del nuevo SUV británico, probablemente nunca tendremos una respuesta oficial a la pregunta anterior. Pero uno de los motivos evidentes es que supone un sobrecoste importante porque no sólo es ‘quitarle el techo’, sino que supone también trabajar sobre su chasis para mantener una rigidez adecuada a las prestaciones y el planteamiento del vehículo. Eso, y que la demanda existe, pero quizá sea demasiado baja para los SUV premium descapotables.