Normalmente, cuando G-Power decide tocar un coche, lo primero que hace es apretarle el motor para conseguir un buen puñado de caballos extra con los que dejar al conductor pegado al asiento en cada semáforo. Así lo han hecho con el BMW M4, del que han sacado la friolera de 567 cv y 720 Nm de par. También suelen añadirles algún detalles estético en el exterior o el interior, para obtener un diseño más personal que les diferencie a simple vista. Por eso, la preparación que ha hecho G-Power de este BMW Serie 7 es algo especial.
El BMW Serie 7 de batalla larga es un coche bastante exótico
En primer lugar, han optado por el BMW Serie 7 E65, concretamante por el 760Li (la versión de carrocería larga), un modelo que dejó de venderse en el año 2008, en lugar de elegir la última versión del buque insignia de BMW. En segundo lugar, han dejado el motor tal y como viene de fábrica, y esto no es algo negativo, ya que hablamos de un motor V12 de 6.0 litros de cilindrada que entrega una potencia máxima de 445 cv y 600 Nm de par motor. Sin duda podrían haber sacado más caballos, pero su objetivo en este trabajo no eran las prestaciones, sino personalizar la cabina con todo lujo de detalles.
Sin duda el BMW 760Li es la versión más exótica de la berlina alemana, por lo que desde G-Power han querido adornar su interior para que coincida con esa imagen. Ellos mismos aseguran que no hay ni un solo lugar del habitáculo que no haya sido retocado con su estilo, y que su minucioso trabajo a mano va más allá que el simple hecho de tapizar.
Al ver el interior, lo cierto es que se aprecia que G-Power ha hecho un trabajo completamente artesanal, aunque lo cierto es que el estilo puede no ser del gusto de todo el mundo. Un elemento sorprendente es la cafetera integrada, para que sus clientes puedan tener una alternativa al champán frío de la nevera del coche.
Como hemos dicho, el exterior permanece sin cambios, a excepción de unas nuevas llantas de aleación.