El gigante estadounidense del automóvil eléctrico, Tesla, no se encuentra en su mejor momento. La salida de competidores con mejor autonomía, como el Nissan Leaf, parece que están repercutiendo negativamente en el fabricante americano. Esta semana ha despedido a un número de trabajadores que ni ellos mismos saben con seguridad.
Tesla ha revisado su actividad esta última semana y ha decidido tomar medidas drásticas. La compañía ha despedido entre 400 y 700 trabajadores de diferentes departamentos. Así han informado medios estadounidenses locales como The Mercury Times. Según el medio, los despidos han afectado tanto a ingenieros como supervisores y operarios de la fábrica. Además, no han sido avisados con la suficiente antelación.
Tesla se encuentra en plena reorganización
Tesla ha matizado estos datos. No se refiere a ellos como despidos y además afirma que son administrativos o de ventas. Aseguran, eso sí, que harán contrataciones en la mayoría de vacantes, pero sin dar un número.
Un portavoz de Tesla ha salido a la palestra a defender a su empresa, como es lógico. “Como en cualquier compañía, especialmente una con unos 33.000 empleados, las revisiones de actividad ocasionalmente resultan en salidas de trabajadores. Tesla va a seguir creciendo y contratando nuevos empleados en todo el mundo”.
Tras el lanzamiento del Model 3, Elon Musk, consejero delegado de la compañía, afirmó que esperaban alcanzar una producción semanal en torno a 5.000 coches. En agosto ya tenían una cola de 455.000 pedidos del modelo, con un precio básico de 35.000 dólares. Sin embargo, a principios de este mismo mes de octubre, la producción decreció. La compañía afirmó estar en un embotellamiento que les había hecho entregar 220 unidades del Model 3, lejos de las 1.500 previstas. En ese momento, Tesla descartó “problemas fundamentales” de producción o de la cadena de suministro. Señaló además que subsanaría sus problemas. Aunque, con despidos de por medio, se antoja complicado.